https://static1.lasprovincias.es/www/multimedia/202005/27/media/cortadas/geriatrico-U100577984087NOF-RsPCoggEVbg6iz20VaXwLfJ-624x385@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg
Un hombre pasa ante una residencia de mayores . /EFE

Sanidad envió a los geriátricos mascarillas caducadas durante los días más críticos

La Fiscalía continúa su investigación sobre 19 residencias de ancianos y detecta un segundo caso de test defectuosos

by

Las residencias de ancianos viven durante las últimas semanas una situación de relativa tranquilidad en la Comunitat. Pese a que el coronavirus sigue presente en 78 asilos, la gran mayoría de los mismos ya cuenta con material de protección suficiente para salvaguardar la salud de empleados y usuarios, los test se realizan cuando existe una mínima sospecha de que se puede padecer el coronavirus y se puede atender con medios suficientes a cada uno de los enfermos. Pero esta situación dista mucho de la realidad que sufrieron los geriátricos valencianos a finales de marzo y principios de abril, cuando el desabastecimiento era una constante y la falta de recursos llevó incluso a que Sanidad enviase mascarillas caducadas a algunos centros ante la falta de productos adecuados.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado la Fiscalía a raíz de las diligencias preprocesales civiles, no penales, que mantiene abiertas a 19 residencias de la Comunitat con el objetivo de hacer un seguimiento a los ancianos, uno de los colectivos más vulnerables ya que la al sufrir patologías previas la tasa de mortalidad es muchos más elevada que en otros sectores de la población. El Ministerio Público ha tenido conocimiento que la conselleria de Sanidad hizo llegar determinados lotes de estas mascarillas, que al haber caducado ya no tenían las condiciones sanitarias necesarias, ante la imposibilidad de encontrar en el mercado material adecuado y ante la evidencia de que había un completo desabastecimiento. Pese a ello, se avisó de las deficiencias a los centros.

La falta de medios no solo llevó a distribuir estos lotes en las semanas más intensas de la pandemia sino también a que se comprasen mascarillas defectuosas y que tuvieron que ser retiradas al igual que en determinados hospitales valencianos. Del mismo modo, muchos centros se vieron obligados a fabricar su propio material a través de telas o incluso bolsas de basura, adquirir protectores destinadas a uso agrícola o incluso a hacerse con mascarillas gracias a que fueron suministradas por un restaurante de Valencia regentado por ciudadanos chinos, como sucedió en un caso.

Desde la Fiscalía se quiere dejar claro que esta situación se ha superado y que, aunque no hay que bajar la alerta, tanto los familiares como los trabajadores pueden respirar mucho más tranquilos aunque se apunta que aún hay situaciones en las que falta determinado tipo de material y que tratan de mediar para que la conselleria de Sanidad lo suministre. El Ministerio Público revela que el caso del fallo en los test que impidió detectar durante dos semanas 14 positivos en la residencia Domus Vi, la más afectada por la pandemia en la Comunitat, no ha sido el único ya que se ha dado otro caso en otro asilo de los 19 investigados. La presencia de falsos negativos puede ser letal para los residentes al permitir una rápida expansión de la enfermedad y por ello se insiste en mantener las medidas sanitarias y de distanciamiento social en todos los casos. A la coordinadora de la sección Civil de Valencia, Ana Lanuza, le llama la atención que una instalación en la que se ha registrado un número elevado de fallecimientos, no ha sido intervenida por Sanidad. «Es cierto que esta residencia tiene a muchos internos trasladados al hospital, pero se han intervenido otras con menos muertes y no llego a comprender el motivo», asevera. A este centro se le dio un refuerzo de una enfermera durante cinco días, pero ningún médico.

Encuentros en fase 2

El previsible paso de la Comunitat a la fase 2, que todo indica que tendrá lugar el próximo lunes, supondrá que las residencias de ancianos podrán recibir las primeras visitas desde que comenzó el confinamiento. De cara a esta nueva etapa, la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha elaborado un documento base que trabajará con los principales actores del sector y en el que destaca que los futuros encuentros deberán realizarse al aire libre aunque dentro de las instalaciones y siempre respetando las medidas de seguridad y distanciamiento social. Una situación que llevará a que los centros urbanos que apenas disponen de terrazas o espacios al aire libre tengan muy restringidos los encuentros. Las visitas diarias serán en función del número de usuarios que esté albergado en los geriátricos.

La propuesta contempla que se reserve un 10% de las plazas de los centros para el aislamiento ante la posibilidad de un rebrote y se pide que los asilos cuenten con reservas de material de protección para al menos cuatro semanas y así impedir que vuelva a ocurrir una situación de desabastecimiento. Por lo que se refiere a los nuevos reingresos, se estudiará que se puedan realizar a lo largo de la fase 2 de manera puntual. En la fase 3, se recuperan los ingresos y, si en los últimos 15 días el centro no ha tenido ningún caso confirmado de coronavirus, se permitirán las salidas de usuarios.

Recurso del PP

La conselleria de Igualdad también se pronunció ayer sobre el recurso de información interpuesto por el PP. El texto responde a parte de las peticiones realizadas por el partido y revela que el 7 de mayo ya se habían realizado algo más de 20.000 test a ancianos de asilos y casi 8.000 a profesionales del sector. El PP considera que estos datos, si no han cambiado durante los últimos días, son insuficientes ya que habrían aún 7.000 residentes que no habrían recibido la prueba así como la mitad de los trabajadores. La diputada Elena Bastidas remitió otro escrito en el que reclama que se facilite la información detallada de cada centro, ya que es un punto que aún no ha sido atendido por parte del departamento de Mónica Oltra.