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Un camión transporta vehículos eléctricos fabricados en la planta francesa de Renault en Flins.BENOIT TESSIER / Reuters

Renault, Nissan y Mitsubishi se reparten los mercados mundiales en el impulso de su alianza

El grupo pretende rebajar en un 40% los costes de los nuevos modelos. La compañía francesa se centrará en Europa y la nipona en EE UU, Japón y China.

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Renault y Nissan, junto a su tercer socio Mitsubishi, han anunciado hoy el relanzamiento de la alianza que crearon en 1999 y cuyo fortalecimiento aparece como un requisito imprescindible en la difícil situación en la que ambas compañías se encuentran, agravada por la pandemia del coronavirus: la francesa perdió dinero en 2019 por primera vez en una década y la japonesa ya ha anunciado que también caerá en los números rojos en su último ejercicio fiscal, cerrado en marzo. No habrá fusión, pero sí un reparto de mercados entre marcas, así como del desarrollo de las tecnologías de futuro.

El reto no es otro que reducir un 40% el coste de cada nuevo modelo evitando duplicidades. “No necesitamos la fusión para ser rentables. Seremos un modelo [para la industria] en pocos años”, ha dicho seguro Jean-Dominique Senard, presidente de la alianza durante la presentación de sus planes, que pasa por el recorte de un 20% del catálogo conjunto de modelos, reducción de las plataformas utilizadas por las tres marcas y la especialización por nichos de mercado. La nueva era de la alianza se irá conociendo en los próximos días conforme cada una de las marcas explique sus planes, pero el plan esbozado este martes supera el esquema actual, basado básicamente en compartir plataformas, que solo ofrecía ahorros en un tercio del coste de fabricación de un vehículo.

Renault tendrá como “regiones referentes” Europa, Rusia, Sudamérica y Sudáfrica, mientras que Nissan se centrará en China, Norteamérica y Japón. Mitsubishi ocupará el resto del continente asiático y Oceanía. Además Renault y Nissan trabajarán en el desarrollo del coche eléctrico y Mitsubishi se especializará en vehículos híbridos. Cada una de las marcas, no obstante, tendrá acceso a los datos clave del I+D que vayan asumiendo el resto de compañías.

El planteamiento coordinado presentado hoy condicionará el futuro de las diferentes plantas. Una de ellas es la de la Zona Franca de Barcelona, amenazada por el cierre ante el repliegue de actividad que Nissan tendrá que asumir en Europa. Respecto al mercado del Viejo Continente, la consejera delegada interina de Renault, Clotilde Delbos, ha afirmado que es “demasiado pronto para hablar sobre ese tema”. No ha habido comentarios sobre el exceso de capacidad con el que parten los tres grupos que conforman la alianza.

Cada una de las marcas liderará un segmento diferente de modelo con el objeto de racionalizar gastos e inversiones. De ese modo, Nissan asumirá la renovación del segmento de los SUV compactos —del que fue creador con el Qashqai— para después de 2025. Renault asumirá la gama inferior de los todocaminos. Asimismo, en la gama de los coches compactos Nissan y Renault compartirá plataformas, pasando de las cuatro variantes actuales a solo una.

En la nueva etapa, Nissan será el encargado de liderar el desarrollo de los vehículos autónomos, mientras que las tecnologías de vehículos conectados quedarán repartidas: Renault se encargará de la plataforma a desarrollar junto a Android y Nissan se centrará en China.

El anuncio de hoy pone la base a lo que continuará los siguientes dos días: las comunicaciones que harán Nissan y Renault por su parte para establecer el plan de viabilidad para los próximos años. Renault prevé anunciar recortes de costes anuales de unos 2.000 millones de euros, una cifra algo inferior que la que baraja Nissan para revertir sus pérdidas.