El tradicional local de avenida Presidente Castillo no resistió el parate
Víctima de la pandemia, “El Rincón de Lucho” cerró sus puertas
Los trabajadores se manifestaron para reclamar que les entreguen los bienes del restorán.
Ayer, se concretó el cierre del restaurante “El Rincón de Lucho”, que funcionaba en la avenida Presidente Castillo. El cierre se dio porque el local se vio afectado por la pandemia de coronavirus. Y en horas de la tarde, 14 de los 15 empleados y empleadas que perdieron su fuente laboral, se manifestaron para dar a conocer que sus empleadores estaban incumpliendo con el acuerdo al que habían llegado. ¿De qué se trataba? “Quedamos en acuerdo. Íbamos a hacer hoy (por ayer) el inventario. Íbamos a tomar parte de las mesas, sillas, aires (acondicionados) y el grupo electrógeno. Se iba a dividir (entre todos los empleados) y se iba a indemnizar a todos. Nos mintieron, ya sacaron todas las cosas de valor. Fuimos de buena fe a decirles que por favor nos ayuden, que nos paguen lo que nos corresponde, y nos salen con esto, robándonos”, dijo Valeria Anzolini, una de las trabajadoras afectadas, a El Esquiú.com.
Anzolini también resaltó que cuando empezó la cuarentena obligatoria, a mediados de marzo, “cerraron (y) nunca nos dieron un peso. Hace más de 70 días que no recibimos un peso”.
En otro pasaje, comentó que del gremio del sector, la Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) solo recibieron un bolsón “después de más de tres meses”.
“El Gobierno de la Provincia no nos puede ayudar porque ellos (los empleadores) nunca estuvieron en regla. Hace dos años que están en negro”, agregó, y mencionó que necesitan un abogado porque “nos están pasando por arriba, nos están tratando de ignorantes. Tenemos que sobrevivir de algo”.
Respuesta de “Lucho”
El propietario del restaurante, “Lucho” González, habló con este diario y remarcó: “La situación pública (por la pandemia) me obligó a cerrar las puertas definitivamente”. Y aseguró a los empleados los bienes mencionados anteriormente “para que ellos continúen trabajando en esta difícil situación que están pasado”. “Quería morir atrás de un mostrador”, cerró.