Villa Azalais: reclamo de justicia por Loriana

by
https://cdn.lavoz.com.ar/sites/default/files/styles/width_1072/public/nota_periodistica/DATA_ART_5180624_1590538870.JPG
Dolor y bronca. Familiares y allegados a la víctima, ayer a la mañana, en el domicilio de Villa Azalais. (Ramiro Pereyra)
https://cdn.lavoz.com.ar/sites/default/files/styles/width_1072/public/nota_periodistica/ghjgyh_1590539045.jpg
Víctima. Loriana Tissera tenía 14 años. La mataron de un balazo.

Mientras se intensifica el trabajo de los investigadores policiales para identificar y atrapar a los dos motochoros, en Villa Azalais, en el norte de la ciudad de Córdoba, no cesan la conmoción y el dolor por el alevoso asesinato de Loriana Tissera.

La joven de 14 años terminó muerta de un balazo en la nuca cuando intentaba entrar a la casa de sus abuelos, mientras escapaba de los ladrones en moto que pretendían robarle el celular. Tras balearla, uno de ellos tomó el celular finalmente. Un hermano de Loriana, de sólo 9 años, vio todo. El chico no para de llorar.

Loriana era la segunda de cuatro hermanos. La adolescente cursaba el tercer año del secundario en el colegio San Roque. Amaba el hockey y lo practicaba en el club Villa Azalais.

Con barbijos y en un respetuoso silencio, unos 200 vecinos se congregaron ayer frente al hogar de la familia Tissera para acompañarla en el dolor y en el reclamo por el esclarecimiento del asesinato.

La masiva presencia de vecinos no sorprendió a nadie. Primero, porque tanto Cristian Tissera como su esposa Vanesa (los padres de Loriana), como sus hijos, son vecinos de siempre en la barriada y se han ganado el afecto de todos.

https://cdn.lavoz.com.ar/sites/default/files/styles/landscape_1020_560/public/nota_periodistica/ghjgyh_1590539045.jpg
Víctima. Loriana Tissera tenía 14 años. La mataron de un balazo.

Segundo, porque los vecinos se sienten hastiados de tanto robo en las calles y avenidas de Villa Azalais. El crimen de Loriana fue el detonante que los llevó a volcarse de lleno a la vía pública.

Planean marchar hoy.

Entre tanto vecino reunido ayer, sobresalían chicas y varones, todos adolescentes amigos de Loriana. El dolor y la bronca trazaban sus rostros.

“Sólo pedimos para ella justicia, que se haga justicia”, alcanzó a decirle a La Voz Laila, la hermana mayor de Loriana. La chica no pudo hablar más. El dolor se lo impidió. Tampoco sus padres pudieron ni quisieron hablar.

“Esperamos que se haga justicia de una vez por todas. Pero es una injusticia todo, son una mugre esos tipos, no son ni personas. Es una injusticia. Un día te va a tocar o le va a tocar a alguien de tu familia”, alcanzó a pronunciar Julián, un allegado.

Todo sucedió el lunes último a las 16.30 en calle Gelly y Obes al 3300, corazón de Villa Azalais.

Loriana estaba con su hermano de 9 años en la calle. Disfrutaban de la tarde de sol, entre risas y bromas. La chica no paraba de ver su celular. De pronto, una moto azul con dos jóvenes a bordo se acercó.

El niño les contaría luego a los policías que uno de los motochoros amenazó a Loriana con un arma y le exigió el celular. Asustada, la chica quiso correr a refugiarse a la casa de sus abuelos. Fue entonces cuando le dispararon en la cabeza.

“Cayó acá, en la entrada a la casa...”, alcanzó a contar a este diario el abuelo de la chica. El espanto seguía grabado en sus ojos.

Tras el balazo, el delincuente se acercó a la joven que agonizaba en el suelo y manoteó su celular. Luego, montó a la moto y escapó con su cómplice.

Loriana fue llevada con un hilo de vida al Hospital de Urgencias. A las horas, su corazón se paró.

Las redes sociales fueron el primer canal de reclamo y pedido de justicia de los familiares y allegados a la familia Tissera.

La calle fue el segundo. Durante toda la jornada de ayer, decenas y decenas de personas se acercaron para acompañar a la familia. Mientras se esperan respuestas de las autoridades, los vecinos convocan a una marcha hoy.

En la barriada, aseguran que quienes mataron a Loriana son de la zona y, desde hace días, venían asaltando a varios vecinos. A una mujer llegaron a gatillarle dos veces. El arma se les trabó.