A través de bonos o acciones
El BCE baraja el apoyo directo al capital de la banca para apuntalar sus balances
by Ruben J. LapetraEl banco central quiere evitar una restricción del crédito por falta de capital y capacidad para absorber pérdidas crediticias.
"Tiempos extraordinarios requieren una acción extraordinaria. No hay límites para nuestro compromiso con el euro”. La histórica declaración de Christine Lagarde el pasado 18 de marzo sigue ahora vigente ante la nueva fase de la crisis del Covid-19, pero hay que cruzar nuevas líneas rojas. El Banco Central Europeo (BCE) baraja la adopción de medidas preventivas de apoyo directo al capital de los bancos para que puedan manejar la actual ola de crédito de empresas y hogares, pero sobre todo, para afrontar las pérdidas crediticias que traerá el aumento de la morosidad, según explicaron fuentes financieras 'La Información', que puede degenerar en problemas de la solvencia para algunas entidades.
Entre las potenciales contramedidas que valora la autoridad monetaria se encuentra la compra de nuevas emisiones de CoCos (deuda híbrida) de forma temporal que refuerce los ratios de capital de las entidades, el impulso definitivo del proyecto de ‘banco malo’ europeo que absorba activos tóxicos vinculados a la crisis o, incluso, la toma de participaciones temporales en el accionariado. Portavoces del banco emisor declinaron realizar comentarios a este diario: "Preferimos no especular sobre lo que el BCE podría o no hacer en el futuro". Hasta ahora, las intervenciones de apoyo a la concesión de crédito se han limitado al respaldo de los estados con avales públicos a las empresas, que permiten transferir fuera del balance bancario parte del riesgo.
La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) dio la voz de alarma el lunes con un informe en el que prevé que la morosidad crediticia se multiplique entre los bancos de la zona euro hasta niveles no vistos desde la crisis, hasta suponer el 3,8% de los activos ponderados de riesgo (RWA) del sector, lo que supondría un golpe de 380.000 millones a sus balances. El presidente de la EBA, José Manuel Campa, abogó en una entrevista con 'Reuters' a raíz del estudio por un apoyo europeo a los bancos que podría producirse en forma de "recapitalización preventiva" como el TARP, el fondo de activos problemáticos que usó EEUU en 2008 para reforzar la solvencia y evitar una contracción del crédito.
Riesgo de pérdidas en la banca
En el recién sacado del horno Informe de Estabilidad Financiera, que se publica dos veces al año, el BCE lanza una alerta sobre el riesgo para la estabilidad financiera por la pandemia en múltiples frentes, entre ellos, su efecto amplificador sobre las "vulnerabilidades existentes" en el sector financiero. Pese a que considera que los bancos están mejor capitalizados para absorber los impagos en sus carteras, el estudio dirigido por el vicepresidente Luis de Guindos advierte de "pérdidas importantes y una mayor presión sobre la rentabilidad" de los bancos que restrinja su capacidad para dar crédito y socave su solvencia.
Además consideran que, en este entorno, "los bancos pueden ser reacios a consumir sus reservas" ante la gran incertidumbre generada por el Covid-19 sobre algunos de sus clientes. Entre los riesgos que identifica se encuentran precios de activos sobrevalorados, fondos de inversión frágiles o la sostenibilidad de la deuda soberana y corporativa.
Según el análisis del BCE, los efectos de la pandemia han tenido un efecto "acelerador financiero" en los balances bancarios en forma de incremento en las deudas crediticias y el aumento de las ponderaciones de riesgo, "reduciendo los índices de capital y, por lo tanto, la capacidad de absorción de pérdidas de los bancos". En este sentido, la autoridad monetaria y supervisor bancario recuerda que las medidas regulatorias han permitido liberar 140.000 millones de euros de capital en los bancos y que el veto al reparto de dividendos ha retenido otros 30.000 millones.
Pese a todo, el BCE teme que a medida que "los bancos se acercan a las restricciones regulatorias [de capital], se espera que restrinjan los préstamos, ya sea aumentando los márgenes de los préstamos o mediante restricciones de cantidad directas". En este sentido, los grandes ejes de la respuesta del banco central ante la crisis han sido facilitar a los bancos el acceso a la liquidez a través de las subasta mejoradas de los TLTROs (con acceso a crédito hasta el -1%) y los nuevos PELTROs. La otra gran iniciativa del organismo fue la puesta en marcha de su programa de compras de emergencias (PEPP) dotado con 750.000 millones de euros y que elevan a más de 1 billón de euros en 2020 las adquisiciones de activos previstas incluyendo deuda soberana, bonos o pagarés corporativos.
Este 'bazuca', sin embargo, no tiene por el momento en su lista de la compra los bonos emitidos por la banca, pero también es otra de las vías con las que el BCE puede reforzar los riesgos sobre los bancos. En este sentido, el banco central pone el foco en las interconexiones entre el sistema bancario y otros actores como aseguradores o fondos de inversión. "Los acontecimientos recientes han demostrado que el estrés en los no-bancos puede afectar otras partes del sistema financiero, por ejemplo, a través de ventas forzadas de activos y una reducción de la financiación a corto plazo", recuerda el informe .
El BCE señala al 'círculo vicioso' de la compra de deuda pública por los bancos y aseguradoras como otro de los grandes riesgos a los que se enfrenta el sistema financiero del euro si comienza a producirse una reevaluación de las primas de riesgos en algunos países. En cuanto al nexo entre los distintos gremios financieros, el informe recuerda con los principales bancos de la zona euro mantenían en balance más de 11.000 millones de euros en deuda y acciones de aseguradoras, y otros 75.000 millones en participaciones de fondos de inversión. "Las grandes exposiciones comunes entre bancos, fondos y aseguradoras aumentan el riesgo de amplificar el estrés del mercado si tienen que liquidar una parte grande o no líquida de sus carteras a la vez", apunta el BCE, que recuerda que la exposición crediticia de los bancos a los dos tipos de instituciones no bancarias se eleva a 57.000 millones.