Óscar McFarlane: coronavirus, anécdotas, historias y la selección

El lado más sencillo del guardameta panameño.

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El portero panameño Óscar McFarlane, quien defiende los colores del Universitario de Coclé de la Liga Panameña de Fútbol (LPF), explicó cómo está viviendo la crisis por la pandemia del COVID-19, nuevo coronavirus. Además, repasó su carrera… llena de anécdotas y opinó sobre la Selección de Panamá y de Américo ‘Tolo’ Gallego…

“Lo bueno es estar en familia; pero por la parte del fútbol, bastante triste. Lo que siente un jugador ahora mismo es impotencia. Es algo bastante doloroso no poder estar haciendo lo que a uno más le gusta”, afirmó el arquero en entrevista con un Instagram Live de ChepeBomba TV.

Sobre los entrenamientos en tiempos de pandemia, indicó que “cada quien está haciendo sus entrenamientos individuales”. “No nos hemos puesto de acuerdo en hacer un plan de trabajo. Estoy cuidando mucho mi peso, buscando estar en las mejores condiciones. No es lo mismo entrenar en casa, porque uno necesita un espacio largo para poder correr y trabajar la resistencia. Se trata de hacer lo que se puede”, dijo.

Preocupación por la vuelta al fútbol

“Va a costar mucho ahora que uno empiece, más que quieren hacer un torneo corto de 90 días. Para un futbolista, la preparación que uno debe llevar no sería la justa. A los jugadores les costará mucho. Hay que cuidarse y estar lo mejor preparado para cuando vuelva el fútbol”.

¿Te hubiese gustado que José Luis Garcés llegara al Universitario?

“Hubiera sido una bomba. Teniendo en cuenta que Garcés está muy bien encaminado. Nos dimos cuenta los dos que estábamos cuesta abajo y había que hacer las cosas bien. Nos han dado muchas oportunidades y ya es el momento de hacerlo. Espero le vaya muy bien con el San Francisco de todo corazón, como hermano mío que es”.

¿Cómo te levantaste después de prácticamente estar en el suelo a causa de la indisciplina?

“Eso es lo bueno que tengo yo, siempre persevero. Ya no queda mirar hacia atrás. Es mi ejemplo para muchos jóvenes. Que sigan el camino correcto. Si quieren jugar fútbol, que se dediquen a eso. Como decía el profesor Gonzalo Soto: ese rectángulo te da casa, carro, esposa y te da muchas cosas. Y ese es mi legado, que vean que, a pesar que uno comete errores, se puede seguir adelante si se tiene la voluntad de hacer las cosas correctamente”.

Estuviste inactivo por dos años tras un proceso legal. ¿Cómo hiciste para levantarte y quién o quiénes te dieron la mano?

“Estaba muy tranquilo, porque sabía que no había hecho nada. Nunca bajé la cabeza, nunca me rendí, seguí entrenando y, gracias a Dios, por la fortaleza y a personas como Gary Stempel, Juan Pablo Lopera, Ricardo Escobar y Campa Butcher. Además de muchas personas que también estuvieron allí. Si tengo un obstáculo, lo salto y sigo adelante. Eso es lo que he hecho para seguir en el fútbol y, por qué no, aspirar a algo más: como poder volver a la selección”.

Camino en el fútbol del exterior

“Milité en el Sheriff de Moldavia en Rusia, junto con Roberto Brown y Alberto Blanco. Fue difícil por el idioma. El frío era otra cosa y era terrible. No se me dieron las cosas por dichas circunstancias. Roberto Brown si agarró rápido el idioma. Al final, solo pude disputar algunos partidos amistosos con el equipo”.

Tu paso por el fútbol peruano

“En el CNI sí me fue muy bien. Ya en el cuarto partido, usaba la banda de capitán. Salir a las calles y que la gente te dijera ‘el pana’ fue muy gratificante. Hablaban muy bien de mí. Jugamos contra el Juan Aurich y perdimos 1-0; sin embargo, si no hubiese sido una muralla, nos hubiesen metido como 12 goles. Pasando el tiempo, hubo muchos problemas en el equipo, mucha desunión, cambiaron de técnico y era compinche con el segundo arquero del equipo. Con decirte que hasta tomaban tragos juntos, son cosas que nadie sabía. Me fueron relegando y también los llamados a la selección me afectaban. Lo mismo me ocurrió en Costa Rica, con el Pérez Zeledón. Me costó mi puesto por tantos llamados a la selección y ni me usaban. En Costa Rica me pedían que no fuera a la selección, que me necesitaban y me hacían mala cara, me ponían a trotar por fuera y son cosas que nadie sabe. Decían en Panamá que me habían devuelto, pero nadie sabía que me costaba mi puesto en los clubes por los llamados que me hacían en la selección. No les gustaba que fuera a la selección”.

¿Por qué esa desunión en el CNI de Perú?

“Fueron llegando jugadores que eran viejos y no les gustaba el sistema de los muchachos. En los camerinos, cuando uno no le gusta la actitud del otro, ya se rompe todo, porque comienza la cizaña entre compañeros. Había jugadores que venían de equipos grandes y ellos se creían los más importantes y a los más jóvenes no les gustaba esa actitud”.

¿Cómo valoras el trabajo de Américo Gallego en la selección?

“El técnico no lo puede hacer todo dentro de la cancha. El técnico no es el que hace los goles. Si el jugador no se acopla ni se adapta, no se pueden esperar mejores resultados”.

¿Hubo un retroceso?

“No te podría decir. No quisiera tomar esa autoridad. Se le dio la oportunidad a los muchachos que él pensó que merecían ese puesto. Tenían que acoplarse. Respeto el trabajo de cualquier profesor. Si no hay actitud ni garra no hay nada”.

¿Has pensado en el relevo generacional?

“Se tenía que dar. Siempre y cuando el relevo que venga haga el 200% así como lo hacían los viejos”.

¿Debe ser Julio Dely Valdés el técnico de la selección o se debe volver a la escuela colombiana?

“Prefiero al panameño. Si el jugador que está aquí no tiene la actitud ni la voluntad de poder hacer las cosas bien, puedes traer al mejor técnico del mundo; pero si no se tiene eso que te mencioné  anteriormente, las cosas no se van a dar. Ese es mi criterio”.

Conclusiones tras perder ante Bermudas en el Rommel Fernández

“Nunca se debió dar. No se esperó eso. Bermudas luchó, guerreo e hizo mejor las cosas dentro de la cancha. Es lo que te puedo decir”.

Divertidas anécdotas en la selección

“(Risas) Joel Solanilla llevaba un six-pack de sodas y yo salgo de mi habitación y le arranco la soda y me voy corriendo al cuarto. Al llegar a la puerta del cuarto, la llave no me daba para abrir, que si yo entro a la habitación no hubiese salido, porque no quería devolver la soda a Solanilla hasta el día siguiente. Cuando estoy luchando con la puerta para abrirla, me sale ‘Pistolero’ por otra habitación y me dice ‘llégate, vamos a ver una boda’. Nos fuimos a la azotea y la gente sacó conclusiones de que estábamos fumando. Nos hicieron un doping y salió negativo. A la mañana siguiente, estaban ‘Patón’ Phillips y Roberto Brown molestándome que me comiera todo lo que había en el buffet y yo preguntaba ¿Por qué? A lo que me responden que ya me iban a echar (de la concentración) y así mismo fue. Tuve que irme a la casa triste”.

¿Por qué ese pensamiento del cuerpo técnico de que estaban fumando marihuana?

“Los rumores… no sé. Si Garcés fumaba, si yo fumaba. (Risas) Me acuerdo lo que dijo ‘Cheche’: ‘Eh, la chimba, parce… ustedes lo que estaban era enmarihuanados”.

¿Cómo era la dupla Tejada-Garcés?

“(Risas) Eso era pura risa. Allí se te congelaban los dientes escuchando a esos locos hablando. Eso sí, cuando entraban a la cancha, hacían su trabajo; los dos, excelentes personas y, gracias a Dios Garcés, ha salido adelante y se ha mantenido entrenando”.

¿Hablaron Tejada y tú con ‘Pistolero’ Garcés para que se pudiera incorporar al Universitario de Penonomé?

“Sí. Le comentamos. Parece que los directivos (risas) no querían el tridente McFarlane, Tejada y Garcés, que es una bomba de tiempo (risas). Al final, tuvieron que sacrificar a uno y nos quedamos solo Tejada y mi persona. Hubiese sido excelente que ‘Pistolero’ se incorporara con nosotros”.

¿De dónde salió el apodo ‘La Bruja’?

“(Risas) Íbamos para una eliminatoria Sub-20. Estábamos concentrados en Capira y, cuando era la hora de dormir, yo no podía (dormir), porque estaba nervioso por el partido que se avecinaba. Cuando miré por la ventana vi a una bruja, comencé a despertar a todo el mundo alarmado y los compañeros me decían ‘tú lo que estas es volado’. (Risas). Al día siguiente, llegó (Julio) Shebelut y Gabriel Castillo. En un partido, saqué varios balones del ángulo y, en la narración, ellos decían: ‘McFarlane dice que anoche vio una bruja, pero si la bruja es él que vuela de palo a palo’.  De allí salió el nombre de la bruja”.

Otra divertida anécdota

‘A la mañana siguiente, observé a una muchacha que tenía el cabello rizado y la cara no se le veía. Quería verle la cara para saber si era simpática la muchacha. Al almuerzo, ya nos teníamos que ir, porque teníamos que ir al aeropuerto y voy a buscar a la muchacha. Voy donde la encargada del hotel y le comento sus características y me llevo la sorpresa que la muchacha no existía. No tenía historial, solo existió en el desayuno. Al final esa misma era la bruja”.

El sueño de Óscar McFarlane

“Me gustaría volver a la selección. Aunque sea de tercer arquero; pero estar allí para poder aportar”.

Gary Stempel

“(Risas) Como decimos en el barrio, ‘ese es el viejo’. Gracias a Dios, siempre me ha dado la oportunidad. Siempre me ha dado la oportunidad a pesar de que he cometido errores y me dijo bien claro que esta era la última oportunidad y que me pusiera a tono. Siempre estaré agradecido con él. Siempre”.