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Llamosas. El intendente va por la reelección, aunque resta definir la fecha de los comicios. (Tomy Fragueiro)

La elección municipal de Río Cuarto en un laberinto, por el coronavirus

Buscan consenso para prorrogar el mandato de Llamosas y evitar una intervención municipal por acefalía. Los comicios fueron suspendidos en marzo por la pandemia. 

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En Río Cuarto se vive una cuenta regresiva. El 2 de julio vence el mandato del intendente Juan Manuel Llamosas. Las elecciones municipales convocadas para el 29 de marzo fueron suspendidas (13 días antes de la fecha electoral) por la pandemia de coronavirus. Ahora, las fuerzas políticas buscan una salida para evitar la acefalía total, que determinaría la intervención provincial y designación de un comisionado al frente del municipio.

En medio de la incertidumbre por la evolución del Covid-19, se discuten múltiples opciones. En el momento de anticipar, por Twitter, la suspensión de los comicios, Llamosas mencionó al 27 de septiembre como fecha posible de la elección. Pero hoy, hay dirigentes del oficialismo que impulsan votar en junio, para evitar cuestionamientos legales y, acaso también, un mayor desgaste de la gestión por la crisis sanitaria y económica. 

En la última reunión convocada por la Junta Electoral se escuchó un informe de los expertos en salud y hubo algunos cruces por las diferentes alternativas analizadas para extender el mandato de Llamosas. Todas las salidas tienen algún obstáculo. 

Quienes integraron el bloque de convencionales justicialistas cuando se redactó la Carta Orgánica Municipal (en 1996) se manifestaron a favor de una prórroga de mandato para evitar la pérdida de institucionalidad por acefalía. Los ex convencionales Ricardo Muñoz, Omar Isaguirre y Osvaldo Da Costa, entre otros, propusieron extender el actual período de gobierno (con un acuerdo político de los ocho candidatos a intendente), a partir de una enmienda de la Carta Orgánica aprobada por el Concejo Deliberante. 

Pero hay quienes sostienen que ese sería un callejón sin salida. Apuntan que según la propia Carta Orgánica, las enmiendas quedan sancionadas recién cuando son ratificadas por referéndum en la primera elección municipal subsiguiente.

Emergencia institucional

Otra vía de salida que se baraja es la declaración en el Concejo Deliberante de la "emergencia institucional por pandemia de Covid-19" y, con un acuerdo político, buscar el aval del Superior Tribunal de Justicia y/o de la Justicia Electoral.

También están quienes promueven que se vote cuanto antes y hasta mencionan la fecha del 28 de junio (cuatro días antes del vencimiento del mandato). Esperan un pronunciamiento a favor del COE central. 

Sergio Bevilaqua, ex convencional y asesor radical, advirtió que el acto electoral encuadra en el tipo de acontecimientos masivos "prohibidos" por el primer decreto presidencial, que sigue vigente pese a la flexibilización de la cuarentena. Opinó que no estarían dadas las condiciones para hacer actividades de campaña y, por temor al contagio, podría haber una baja asistencia a las urnas, se atentaría contra el derecho de los votantes.

En el gobierno municipal, de todos modos, se continúa explorando cómo podrían organizar los comicios en junio, acaso a lo largo de varios días y con estrictas medidas para el distanciamiento social. También han surgido diferencias por la anticipación con la que debería comunicarse la fecha de votación. 

Más advertencias 

Enrique Novo, exconvencional y docente universitario, advirtió, semanas atrás, la necesidad de cumplir con un paso previo antes de tomar cualquier decisión política. Planteó que debería pedirse a la Justicia que declare la inaplicabilidad de los dos artículos de la Carta Orgánica referidos al mandato y la fecha de elecciones (55 y 195) antes de tomar cualquier decisión que podría ser violatoria de esa normativa. 

Ante la extraordinaria situación generada, la sala de Derecho Público del Colegio de Abogados también promovió una charla sobre la expiración del mandato del intendente que enriqueció la discusión. Cada una de las alternativas analizadas genera polémica. Pero la gran preocupación compartida es evitar la acefalía total.

Si Río Cuarto se queda sin autoridades, el camino previsto por la Constitución Provincial (artículo 193) es que la Legislatura declare la intervención y el Ejecutivo Provincial nombre un comisionado, por un máximo de 90 días, que convoque a nuevas elecciones "para completar el período".  

Para el oficialismo, aunque el propio LLamosas sea nombrado comisionado, tendría facultades muy acotadas, insuficientes en un escenario de pandemia. Para la oposición, además, al no haber concejales ni tribunos, la gestión "no tendría control".

Las reuniones avanzan a contrarreloj para, sin afectar la salud de la población, decidir un rumbo y evitar una crisis institucional en 40 días.

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