Detectan más de 700 terrenos baldíos en infracción en Posadas
El daño ambiental ocurrido semanas atrás en el arroyo Vicario, de Posadas, donde se derramó un líquido tóxico que mató a cientos de peces puso en debate todo lo relacionado con la contaminación urbana y las infracciones más comunes que ocurren día a día, pero que en la vorágine de la vida cotidiana muchas de ellas pasan desapercibidas.
Ante este escenario, El Territorio indagó en la temática y habló con Lucas Casafus, director de Inspección y Servicios de la Municipalidad, quien comentó que en los últimos meses se registraron más de 700 terrenos baldíos en la ciudad, la infracción con más denuncias recepcionadas en esta dirección. De ese número, solamente el 30 por ciento corta el pasto una vez que recibe el acta.
Por eso, desde el municipio se trabaja de manera continua para controlar y realizar un seguimiento del estado de los distintos terrenos baldíos y construcciones abandonadas ante la presencia de criaderos de mosquitos.
“Nosotros hacemos rastrillaje de todos los terrenos, y si un vecino o nosotros encontramos un terreno que tenga el pasto a más de 30 centímetros, se considera baldío, se invita al vecino a que lo limpie en 24 horas o le hacemos un acta que pasa al Juzgado de Faltas”, explicó.
Esa dependencia se encarga de determinar la multa correspondiente a cada caso.
Y detalló: “Una vez que hacemos el acta y va al juzgado, ellos nos remiten un oficio y tenemos que ir a ver si el vecino limpió o no. Hay baldíos que tienen varias multas y no pueden individualizar al dueño, son casos excepcionales, porque viven, por ejemplo, en otro país”.
Las actas de infracción quedan pegadas a los postes de luz para que queden asentadas la visita.
En los casos en los que no se puede identificar al responsable, según sostuvo Casafus, lo que se debe hacer desde el municipio es pedir autorización al juez penal de turno -a través de Juzgado de Faltas-, quien habilita al personal a entrar en el terreno y proceder a la limpieza, “siempre que tenga cerramiento, muro o alambrado; si no, no podemos ingresar”.
Quienes tengan motivos para presentar una denuncia, pueden hacerlo al teléfono 0800-888-2483, que atiende de 7 a 13, o bien al 4449111, que es la línea correspondiente a la Dirección de Inspecciones y Servicios de la comuna, la cual funciona de 7 a 19.
Poda urbana
Por otra parte, Casafus detalló que otras problemáticas comunes son la poda y colocación de ramas en la vía pública, los autos abandonados, la acumulación de cacharros y la quema de residuos. Todas ellas están prohibidas y son delitos ambientales y municipales.
Sin embargo, este mes comenzó la temporada de podas que va hasta septiembre, según lo establecido en la ordenanza vigente en el municipio, que también contempla multas para quienes arrojen restos de ramas en la vía pública.
Como parte del trabajo coordinado, cada delegación se encarga de recorrer las casas y a través de charlas y reparto de panfletos, se le avisa al vecino con dos días de antelación que se realizará el operativo de limpieza, eliminación de residuos voluminosos, fumigación y retiro de poda.
Por su parte, el biólogo Fabricio Tejerina manifestó en diálogo con este matutino su preocupación en relación a este tema: “En Posadas hay un gran problema con la deforestación urbana, cada vez vemos menos cantidad de árboles. En la Costanera, todo este programa de arborización que hubo en su momento, al plantar árboles donde está compactada la tierra y no hacer un seguimiento de riego y movilización del suelo, de fertilización, esos árboles ahora se ven enfermos”.
“Una cosa es plantar un árbol y otra es hacerle un seguimiento. Hay miles de árboles que los plantan, pero después se mueren si no los cuidan”, agregó.
En concordancia, Lara Schwieters, quien lleva adelante el proyecto ecológico Sombrita Misionera para la conservación de ejemplares, destacó: “Hay zonas donde se dificulta el riego, por ejemplo la Costanera, no sé si sobreviven los árboles porque son chiquitos, hace calor y tenemos mucho sol. No hay personal suficiente para hacer todo el seguimiento y monitoreo, se hacen intentos con algunos vecinos o propuestas espontáneas de vecinos de apadrinar árboles, cuidarlos, regarlos, pero son muy puntuales, no avanza mucho”.
En relación a la poda, expresó que además de la multa, “el vecino tiene que reponer el árbol en el mismo sitio donde fue extraído o en un espacio verde a elección del vecino y comprometerse a plantar. El punto es también cómo se hace, si se lo cuida, se le pone tutor, se le riega. Quién controla al vecino. Es complejo”
La problemática de los arroyos
Por otra parte, Tejerina valoró que en Misiones son muy comunes los arroyos. “Muchos de esos se fueron entubando y están hoy debajo de la ciudad. Además, muchas de las descargas cloacales y de otros tipos van a parar ahí”, dijo.
“Una ciudad amigable con el ambiente tiene que tener una política con los cursos de agua buena. Que una persona tire un producto, mate a tantos peces y contamine todo el ciclo del agua, es preocupante”, aseguró.
“Lo importante sería que todos los cursos de agua de la ciudad estén identificados y se puedan hacer evaluaciones mensuales o semestrales para ver la cantidad oxígeno, contaminante, peces, todo eso”, agregó.
También reflexionó en relación a la quema de residuos, otro de los daños ambientales que ocurren en la ciudad: “Eso tiene que ver con la falta de separación de la basura en los domicilios, faltan programas que empiecen a actuar desde este lugar, de la separación y reciclado de la basura. La gente se ha acostumbrado a quemar cosas, es una cuestión cultural también”.
Por eso hizo hincapié en la necesidad de clasificar los residuos desde el origen (en los hogares) y en esta misma línea tener un sistema de recolección diferenciado, para que no se termine juntando todo en un mismo lugar. “Por cada kilo de basura que eliminamos, se generan otros 70. Nosotros vemos la punta del proceso de descarte de un producto”, contó.
También mencionó la cuestión del descarte de aceite para autos, producto que se consume en grandes cantidades cada año. “¿A dónde van las toneladas que se usan? Algunos les dan a los oleros, otros tiran a las alcantarillas, y así como este problema hay un montón que uno no se da cuenta porque se acostumbra, pero con el tiempo se empiezan a notar en otras cosas”.
Finalmente, el biólogo reflexionó sobre el sistema de multas. “Cuando haces un daño ecológico, lo toma el foro civil, no penal. Tendría que haber penas en serio. Nadie va preso por un daño ambiental, pero en varios países ya se están aplicando estas medidas más duras. Hoy en día solamente se pagan multas”.
Peces muertos
A comienzos de la semana pasada, agentes del Ministerio de Ecología y de la Municipalidad de Posadas labraron las actas correspondientes en una propiedad en la que, según se pudo saber, se derramaron fluidos tóxicos al arroyo Vicario provocando la mortandad de cientos de peces.
Se supo que el hecho se produjo a partir de la limpieza de un terreno privado en donde había tambores con líquidos que fueron derramados al cauce. Se desconoce su contenido, el cual fue detectado por vecinos que advirtieron el color amarillo oscuro del agua y una cantidad importante de bagres muertos.
El encargado la propiedad detalló que los empleados de la empresa contratada para la limpieza no pudieron manipular como corresponde los tambores con el líquido contaminante, por lo que terminaron tirándolo al arroyo Vicario, que como todos los urbanos, atraviesa gran parte de la ciudad.
Aún no se dieron a conocer los resultados de las muestras tomadas al arroyo para conocer cuál era ese contenido y su daño ambiental. Lo que se supo es que provocó la muerte de 450 kilos de peces en total y esto disparó varios interrogantes en la población.
En cifra
30%
de los infractores corta el pasto una vez que reciben el acta de infracción, según las estadísticas de Inspección y Servicios.
Si querés sugerir o corregir algo sobre esta nota hace click acá Si tenés un dato que puede ser noticia contáctanos acá