Prevén que la conexión de la Argentina con el comercio mundial será limitada por la pandemia
Así lo explicó en un simposio virtual organizado por la Cancillería el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.
El secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, afirmó hoy que “la conexión de la Argentina con el mercado mundial, a través de su capacidad productiva de bienes y servicios, va estar limitada este año" y seguramente en los primeros meses del 2021 por el impacto de la pandemia de coronavirus y la crisis general.
No obstante, “todo el sector agroalimentario es uno de los sectores productivos que menos va a sufrir", lo cual "se habló hace pocos días con el jefe de economistas de la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)”, matizó Neme al hablar esta mañana en el Simposio Internacional Del Sur al Mundo 2030.
El funcionario de la Cancillería señaló que “si bien hay suficientes stocks de alimentos en el mundo, es posible que se puedan verificar bajas importantes en las producciones de algunos países que dependen mucho de cadenas productivas integradas por pequeños productores, con un eslabonamiento muy poco articulado, lo cual va a reducir sustancialmente su capacidad productiva”.
En este caso, “la Argentina, que tiene una altísima competitividad en la producción y la integración de esas cadenas, puede potenciar su proyección en el mercado mundial de alimentos”, dijo Neme durante el webinar organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Facultad de Agronomía de la UBA,
Según el secretario, “hasta ahora no se han verificado bajas significativas en los precios, al contrario, en algunos alimentos hay alzas importantes”, como es el caso de las legumbres, mientras “hay una recuperación en el mercado de carnes, incluso con crisis en el abastecimiento en el mundo desarrollado”.
Neme admitió, en cambio, que el comercio de otros bienes que la Argentina produce, en particular la manufactura industrial, va a sufrir los impactos de la crisis económica global, con caídas del PBI de los países desarrollados de entre 5 y 9% y una baja del intercambio global que según la Organización Mundial del Comercio (OMC) va a estar entre 15 y 30% y afectará a bienes y servicios.
En el mundo de la post pandemia, analizó el funcionario, se tiene que volver a la perspectiva inicial que teníamos, en la cual la Argentina requiere de una fuerte conexión con los mercados de los Estados Unidos, Canadá y México; la Unión Europea y con China.
“Pero también necesitamos atender países y regiones que son de importancia significativa para nuestros bienes con valor agregado y la producción de servicios tecnológicos en los que podemos tener un desarrollo importante”, resaltó Neme.
Mencionó en ese sentido a los países de la región y los de América Central, que tiene 50 millones de habitantes y a donde la Argentina exporta "muy poco, sólo US$ 200 millones”.
"Es decir, una bajísima performance exportadora, pese a que somos socios de dos bancos regionales, el Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Latinoamericano de Exportaciones (Bladex)”, remarcó.
Neme citó además otro conjunto de regiones que tienen “muy poca atención de la Argentina”: Africa (donde recordó que el país es socio del Banco Africano de Desarrollo y se había perdido presencia), el mundo árabe, la India, Asia Central y los países del sudeste asiático.
En general, definió el secretario, “la Argentina es un país al que le vienen a comprar y no que sale a vender, y eso es lo que tenemos que cambiar, la cultura pasiva de las exportaciones, para jugar un rol mucho más activo”.
Neme remarcó finalmente que eso “supone inversión en investigación de mercado, desarrollo comercial, promoción, construcción de redes, y todo eso atado a la capacidad de ciertos organismos de brindar asistencia técnica, transferir servicios tecnológicos y consultoría especializada”.