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Victoria Galardi: “La profesión del actor es muy dura”

Lo asegura la realizadora, que escribió y dirigió la serie "Manual de supervivencia", primera ficción original argentina de Movistar Play, sobre un abogado que al cumplir los 40 decide dejar todo para probar suerte en la actuación,

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La realizadora Victoria Galardi, que escribió y dirigió la serie "Manual de supervivencia", primera ficción original argentina de la plataforma Movistar Play sobre un abogado que al cumplir los 40 decide dejar todo para probar suerte en la actuación, dijo en charla con Télam que “la profesión del actor es muy dura”.

“En mi última película trabajé con Esteban Bigliardi, que en la vida real es abogado y en un momento de su vida decidió dejarla. Me llamó la atención alguien que estudió una carrera, que tenía un trabajo y una cierta estabilidad y decide jugársela por su deseo y no posponerlo”, explicó la realizadora en referencia al actor que inspiró la serie y que, por supuesto, fue el elegido para protagonizarla.

Tras tenerlo dentro del reparto de su filme “Pensé que iba a haber fiesta” (2013), Galardi inició una serie de conversaciones con Bigliardi que fueron dando forma a la historia de Esteban, el protagonista de la comedia dramática “Manual de supervivencia”.

Coescrita junto con Paula Schiselman, con producción de Magma Cine y ganadora del Concurso Federal de Series del Incaa, la propuesta ya disponible en Movistar Play sigue a un abogado de más de 15 años de carrera que decide abandonar todo y luchar por hacerse un lugar en un oficio de grandes egos para el que no lo preparó ningún taller de teatro.

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Con fuertes influencias del psicoanálisis, los ocho episodios de 25 minutos de la serie configuran un tránsito doloroso para el héroe de la historia; un proceso en el que enfrenta los obstáculos de la carrera que eligió para acabar por reafirmarse en la vida.

Télam: ¿Qué dirías que le aporta al oficio que ejerce Esteban, tanto el personaje como al actor, el haber empezado “de grande”?

Victoria Galardi: En el caso de Esteban diría que nada, porque pareciera que nació actor. Lo que tiene de abogado es que tiene una especie de léxico en su forma de hablar, se nota su formación, que ha leído mucho. Incluso había textos que tenían que ver con el derecho que yo le pedía que los dijera como los diría él. Es un actor increíble, tiene un nivel de compromiso absoluto, ensayó como un año con nosotros; nunca sentí que fuera un actor que todavía se lo viera verde porque arrancó más grande. Es un actor con el que me encanta trabajar, es súper silencioso en set, respetuoso, compañero.

T: Quizás tenga ese diferencial, tener los pies más sobre la tierra.

VG: Es verdad, a Esteban no se le juega esa cosa de los egos.

T: ¿Y cómo es la cuestión de los egos en el ambiente? En la serie es un duro estorbo con el que se encuentra Esteban.

VG: En el medio del entretenimiento o del arte el ego está presente, pero no creo que no ocurra en otros ambientes, sino que acá está más expuesto. No sé si no pasa algo similar entre los arquitectos u otros rubros. Lo que me pasó es que como conozco este mundo, trabajo de dirigir a actores, de hablar con representantes, me resultaba más natural retratarlo en este mundo. Los directores, los guionistas, los productores, todos tienen sus egos.

T: ¿Cómo trabajaste el tono de la serie? Para ser una comedia, el camino de Esteban por momentos es angustiante, por otros de un humor bien ácido.

VG: No sé escribir escenas de chistes con remate. No lo sé hacer; me gusta más entrarle a los personajes por las fisuras y a partir de ahí con sus desgracias también es que encuentro el humor. Es por donde está su fragilidad. También me pasa que me gusta que en una serie haya capítulos muy graciosos o más que otros, pero con una cierta profundidad, que no se trate nada más de reírnos. Y otros capítulos que sean más dramáticos. Cuando alguien está en un terreno nuevo como está Esteban hay una cierta idealización; dejó la abogacía pensando que la actuación era todo buenísimo y tampoco es así, también te encontrás con personas que no te tratan bien, que no sabés cómo moverte, te encontrás haciendo cosas que no te gustan. Me interesaba que más allá de que tenga éxito reafirme su convicción de que la actuación es lo que le gusta.

T: La angustia, los sueños, el duelo, son todos elementos del psicoanálisis muy presentes en la serie. ¿Qué lugar juega esa disciplina en tu experiencia creativa?

VG: Mi coautora, Paula Schiselman, es psicóloga. Somos dos personas analizadas hace más de 17 años y ella es psicóloga. Es la primera vez que escribe algo; las dos amamos el psicoanálisis, pero la idea era poder reírnos de esto, no hacer una serie en serio sobre el análisis, que no nos interesaba, y por eso los psicólogos que aparecen en la historia son todos incorrectos. Y muy inconscientemente, porque no es que quisimos poner por delante nada de eso, se ha ido filtrando. He hablado de esta serie en terapia durante más de un año y medio (risas), las dos hemos llevado este material a nuestros análisis y probablemente tiene algo de eso.

T: ¿Hay planes para segunda temporada?

VG: Me encantaría hacer segunda temporada. Ya está bajada al papel; Paula y yo tenemos hechas unas sinopsis e ideas de lo que nos gustaría que pase, los personajes que nos gustaría que se queden. Además pasó algo que es que todo el elenco se entregó al proyecto, y entiendo que a todos, Violeta Urtizberea, Pilar Gamboa, Daniel Hendler, Dolores Fonzi, por ejemplo, les gustaría seguir.