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Un concurso de disfraces revolucionó un hogar de ancianos

Los adultos mayores que residen en el hogar Hermanitas de los Pobres de esta ciudad participaron de la colorida actividad.

Un concurso de disfraces puede ser una buena manera para olvidarse de los problemas y la angustia que genera la pandemia del coronavirus y contagiar un poco de alegría. Eso es lo que pensaron las monjas que atienden a los 29 abuelos que viven en el hogar de ancianos de la ciudad de Neuquén, conocido como Hermanitas de los Pobres.

El lunes, las ocho monjas que trabajan en el albergue ubicado en el barrio Confluencia pusieron manos a la obra y lanzaron la consigna: "¿Se animan a disfrazarse?". La adhesión a la propuesta fue total.

Algunos, aún con limitaciones físicas, comenzaron a buscar qué atuendos y artículos podían servir para improvisar un disfraz y, de a poco, aparecieron coloridos personajes que despertaron las risas de todos los presentes.

Una de las hermanitas fue la encargada de poner una puntuación a cada participante. Y no fue una tarea sencilla, debido a que había algunos disfraces muy simpáticos y bien logrados. Estaba Caperucita Roja, el lobo, una bruja, una señorita, un pistolero, un chef. "Había de todo y estaban felices", indicó sor María Beatriz, una de las hermanitas que se encargó de la organización. Para que la fiesta fuera completa, sirvieron una mesa con cosas dulces y la tarde transcurrió entre risas y mucha diversión.

El hogar quedó prácticamente aislado desde que se decretó la cuarentena por el coronavirus. Solo quedaron los abuelos que residen permanentemente; los que a veces suelen pasar el día no pudieron regresar, para evitar riesgos.

"Hasta ahora estamos bien, mucho más pendientes de ellos", aseguró la monja. "Tratamos de acompañarlos permanentemente, prestándole un celular para que puedan hablar con los familiares en el caso de los que tienen", indicó María Beatriz. Sin embargo, reconoció que la gran mayoría de los ancianos están solos. Algunos porque no tienen a nadie, otros porque la familia se olvidó de ellos y no los visita ni siquiera en tiempos normales, antes de la pandemia. "Yo entiendo que hay mucha necesidad y mucha hambre, pero los ancianos también se merecen estar bien cuidaditos", aseguró.

Aquellos que deseen colaborar con el hogar de ancianos pueden hacer sus aportes a través de la cuenta del Banco Provincia de Neuquén 30105/3 o al CBU 0970011610000381050039. El número de contacto telefónico es 4400681.