Verificentros volverían a operar hasta que el semáforo de alerta esté en amarillo

Se han han dejado de realizar un millón 122 mil verificaciones, lo que representa pérdidas económicas por más de 600 millones de pesos en el Estado de México

Tras 72 días de ajustarse a las medidas sanitarias por Covid-19, empresas agremiadas a la Asociación de Verificentros del valle de Toluca han dejado de realizar un millón 122 mil verificaciones, lo que representa pérdidas económicas por más de 600 millones de pesos únicamente en el Estado de México.

María de Lourdes Campos Medina, quien recientemente fuera nombrada presidenta de esta organización, aseguró que forma parte de uno de los sectores que ha tenido mayores afectaciones económicas, y podrían retomar sus actividades hasta que el semáforo establecido por el Gobierno Federal se ubique en amarillo.

Si bien, hizo énfasis en que la cuestión de salud y seguridad de la población es prioritaria, pidió tomar en consideración que fueron de las primeras actividades que se paralizaron, pero que en la actualidad continúa registrando gastos fijos, como la renta de los establecimientos, el pago de nóminas, luz, teléfono y, sobre todo, el mantenimiento de equipos y calibraciones para que la garantía de los equipos mantenga vigencia.

Al igual que otros sectores de la economía, explicó que en algunos casos han llegado a negociaciones particulares con los arrendatarios para hacer ajustes en los pagos o bien aplazamientos, pero la plantilla laboral sigue completa para poder reaperturar en cuanto la autoridad lo determine.

También puedes leer: Autos con engomados rosa, rojo, verde y azul verificarán en junio

Proyectos pendientes

La representante empresarial informó que a nivel estatal cuentan con cien verificentros, más los espacios autorizados dentro de las agencias automotrices con un promedio de 20 colaboradores y un costo por verificación de 499.50 pesos.

Aunque reconoció que muchas zonas de la entidad representan un área de oportunidad para establecer este tipo de negocios, la realidad es que, sin flujo de capital es muy posible que los inversionistas se vuelvan más cautelosos y mantengan los proyectos no cancelados, pero sí pendientes.

Finalmente, confió en que podrán iniciar actividades en el segundo semestre del año, pues por ahora no tienen la certeza de que podrán reabrir antes de que termine el mes de junio.