Plaza de los maceteros
by Manuel J. Ibáñez FerriolValencia, tiene una nueva plaza, justo en el centro de la Ciudad. Por razones que voy a ir exponiendo, creo que deberíamos denominarla la Plaza de los Maceteros (en otras lenguas: Macetation Square, Le Maçette Place, Piazza di Macetate), por todos los que han sido colocados en ella. Pero claro, vamos a saber primero que es una maceta, para luego continuar con el tema.
Una maceta, matera, macetero o tiesto es un recipiente contenedor, normalmente en forma de cono truncado con un agujero en el fondo para el drenaje, utilizado para cultivar plantas tanto de exterior como de interior. Tradicionalmente se fabrica en greda o barro cocido, pero también existen de diferentes materiales, como fibra de vidrio, plástico, madera o piedra. Los materiales biodegradables, como el papel de estraza, el cartón, o incluso el esfagno seco, se utilizan en viveros e invernaderos para las plántulas destinadas al trasplante, ya que se pueden introducir en la nueva maceta o, directamente en el suelo, junto con la planta y al cabo del tiempo se deshacen. Las macetas se fabrican en distintos materiales; los más comunes son el plástico, la greda y el barro cocido. Estos dos últimos funcionan bien en exteriores por tener propiedades similares de transpiración de la tierra contenida y apariencia natural. En las terrazas y jardines, los maceteros y macetas pueden actuar como referencia visual y combinados con el mobiliario de jardín. A menudo, sirven además como separadores de ambientes, guías en senderos, límites de espacios periféricos, etc.
Por tanto, la nueva plaza, pasa a tener un aspecto distinto, poco útil y lleno de maceteros de hormigón armado, que afean el entorno que la envuelve. Además, es un material duro, poco adecuado para la construcción de un paisaje urbanizado, sin haber tenido en cuenta que hubiera sido más bonito, al raspar el firme o asfalto, haber colocado hierba y plantas mediterráneas, como si de un bosque se tratara. Con ello, daríamos imágen más ecológica, además de tener aire natural, en una plaza que por lo general suele soportar altas temperaturas en verano.
Sigamos conociendo el fascinante mundo de los maceteros. A lo largo de los siglos, el uso de macetas ha influido en la historia de la horticultura, la cual "floreció" en cuanto la gente adquirió la habilidad de trasladar las plantas de uno a otro medio ambiente. Los egipcios fueron de los primeros pueblos que las utilizaron de esta forma. Los romanos fueron los primeros que trasladaban las plantas al interior en tiempo frío. Durante el siglo XVIII se transportaron en macetas semilleros del árbol de pan desde Tahíti a las Indias Orientales y los geranios hicieron el viaje desde África a Norteamérica. Las orquídeas y las violetas africanas también recorrieron grandes distancias en este tipo de contenedores.
Las macetas de interior se utilizan para contener plantas naturales o artificiales. En las viviendas, son muy decorativas las macetas de porcelana decorada o madera aunque son habituales las fabricadas en metal (acero pulido, latón, etc.). El diseño de maceteros se ha diversificado enormemente a partir del tradicional mueble redondo o de formas redondeadas. Es habitual encontrarlos con base cuadrada, alargados, asimétricos, etc. Para situar a la intemperie en un jardín o balcón se pueden utilizar las de barro cocido las de fibra de vidrio o las de fibrocemento que se pueden encontrar en una gama muy amplia de colores y de formas.
Para los que amamos las plantas y las flores, solemos usar macetas de barro, ya que al colocar el compost, las plantas sufren menos, transpiran y sobre todo crecen como deben. Los maceteros de barro cocido, son ideales para combinar aquellas especies que traídas de otros continentes, han hecho mella en nuestro clima, y las podemos incorporar a nuestro terrario. El geranio, es una de ellas, ya que es muy agradecido a la vez que vistoso y fácil de cuidar.
¿Han pensado en poner especies mediterráneas? ¿Cómo va a ser el drenaje y cuidado de los maceteros? Por cierto, ¿les han puesto agujeritos para que al regar no se quede el agua estancada? ¿Que plantas vamos a poder ver? ¿Serán útiles para los restaurantes de la zona? ¿Podrán proveerse de romero, tomillo, hierbabuena, malvalisco, tila, camomila ... cuando tengan una necesidad? ¿Han pensado en el impacto económico que supone cada macetero? Hemos de contar al ciudadano, con transparencia, lo que nos cuesta todo el entorno.
Si hace años, nos convirtieron la ciudad en un delirio faraónico piramidal (lo escribi en un artículo que publico otro diario), ahora hemos convertido con la varita mágica que tiene nuestro alcalde, en un nuevo concepto urbanístico: el maceterismo hormigonado de color indefinido. En la paleta de colores, justo los verdes, los hay bonitos, pero el que han puesto, no se sabe bien si es un verde auténtico o descafeinado.
Termino ya, diciendo que tenemos una nueva obra arquitéctonica, que puede llegar a convertirse, en el nuevo modelo de todo lo que tiene que ver con las nuevas corrientes que se dan en materia constructiva. A lo mejor, estamos marcando tendencias, como Gustavino, Gaudí, Le Corbussier o Calatrava, y no lo sabemos apreciar. Pero la verdad, es que produce dolor a la vista, y a nuestro interior, observar ésta nueva plaza, que ya podemos bautizar como la de los Maceteros.
Manuel J.Ibáñez Ferriol, periodista historiador