El desconcierto por el "qué pasará" se instala en la Ciudad de la Justicia de València
by Loreto OchandoVALÈNCIA. La locura por la ignorancia de cuáles van a ser los protocolos en Justicia ya se han instalado en la Ciudad de la Justicia. Al no saber cómo va a ser la ‘vuelta al cole’ en materia de seguridad, se han unido providencias, cuanto menos, extrañas. Las terrazas de los bares de alrededor del mayor edificio judicial se han convertido en un hervidero de elucubraciones. Nadie sabe nada, pero todos hablan.
Entre las providencias “raras”, Valencia Plaza ha accedido a una emitida por un juzgado de instancia en la que el letrado de la Administración de Justicia ha citado a las partes, para un juicio a finales de junio, en la que pone que, “los procuradores quedarán eximidos del juicio salvo que una de las parte se niegue”. Y es en ese punto cuando la providencia se vuelve marciana, puesto que el LAJ dice que, en ese caso, “el juicio se suspenderá”.
El motivo de la suspensión según el funcionario es porque “las salas no tienen capacidad suficiente para albergar a tanta gente manteniendo las distancias de seguridad”. Pero si hay algo realmente marciano es que, este mismo LAJ, es famoso entre los procuradores porque cuando le piden excusarse del juicio porque necesitan entregar algún documento, en la sentencia, viene un epígrafe en el que se les resta un tercio de los honorarios por no haber asistido al juicio.
Limpieza
En la misma mesa de un bar, una magistrada de la Audiencia Provincial escucha atónita lo de la providencia mientras dice, “pues eso no es nada, ¿alguien se ha planteado cómo se van a limpiar las salas?”.
Esa misma jueza cuenta que en su sala han “hecho un seguimiento” a las mujeres de la limpieza y han podido observar “como ahora utilizan lejía para limpiar los suelos técnicos. Eso sí, con el mocho muy escurrido aunque no hemos podido acercarnos tanto”.
Tras escuchar eso, Valencia Plaza ha preguntado a varios fiscales y magistrados de Instrucción, los únicos juzgados junto con la sala en materia de presos, que hasta ahora han celebrado juicios. Todas las personas consultadas han explicado que, “entre juicio y juicio no se han limpiado las salas”. Es más, una fiscal llegó a decir que “un letrado, al entrar a un juicio le llegó a preguntar si su compañero anterior era limpio”.
Una vez contestada la pregunta, los profesionales de la Justicia añaden: “Bueno, ¿y el agosto hábil qué? Nosotros vendremos, no pasa nada, pero ¿cómo le dices a alguien que es testigo y su empresa le da las vacaciones en agosto que tiene que venir sí o sí o se le apercibirá? A ver quién es el valiente que le dice a alguien que viene a declarar como testigo se queda sin vacaciones bajo apercibimiento”.
Togas
Las togas es otro de los temas de conversación recurrente. Se supone que se va a eximir a los letrados de ponérsela, ya que la mayoría son compartidas del Ilustre Colegio Colegio de Abogados. Sin embargo, hay profesionales que dicen que “ese es el EPI del profesional”.
La única realidad es que, a menos de una semana del cambio de fase en el que se se prevé vuelvan a correr los plazos en Justicia, nadie sabe nada. Nadie sabe cómo va a funcionar la ‘nueva normalidad’, nadie sabe si, finalmente, agosto será hábil. Lo único realmente cierto es que, desde que las terrazas de los bares están abiertas, las tertulias judiciales se han trasladado de las salas a la mesa del bar, en la que sí que se puede mantener los dos metros de seguridad, cosa que no ocurre en las salas don no hay ni tan siquiera aireación.