Murió el femicida Ricardo Barreda
Estaba internado desde el 10 de marzo. Tenía problemas de próstata y Alzheimer. Había sido condenado por el cuádruple crimen de su familia.
Ricardo Barreda murió este lunes a los 83 años. El femicida, condenado en 1995 por el cuádruple crimen de su familia, permanecía internado desde el 10 de marzo en un geriátrico del partido de San Martín con problemas de próstata y Alzheimer. Desde la institución donde se alojaba informaron que murió por "causas naturales".
El odontólogo fue uno de los asesinos más famosos de la historia argentina. El 15 de noviembre de 1992, en su casa de la calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, mató a escopetazos a su esposa Gladys Margarita Mc Donald, de 57 años; su suegra, Elena Arreche, de 86; y a sus hijas Celina y Adriana, de 26 y 24.
En una primera instancia, Barreda negó el crimen y afirmó que se había tratado de un robo. Sin embargo, terminó por confesar los femicidios y fue condenado a reclusión perpetua tres años más tarde por los delitos de "triple homicidio calificado" y "homicidio simple" .
Tras cumplir 13 años de prisión, en mayo de 2008 la Justicia le concedió la prisión domiciliaria en la casa de su pareja, Berta "Pochi" André, en Belgrano, y en 2011 obtuvo la libertad condicional. Sin embargo, el beneficio le fue revocado en 2014, tras considerar que la convivencia se había vuelto "peligrosa" para la mujer, que murió al año siguiente.
A fines de 2015, el odontólogo volvió a salir de la cárcel y se trasladó a Tigre, donde un amigo le alquiló una casa, hasta que finalmente en 2016 se extinguió la pena por la que había sido condenado.
En el último tiempo, su estado de salud desmejoró rápidamente, desarrolló un principio de Alzheimer y tuvo varias internaciones. "Me resulta difícil recordar a mis hijas después de todo", había admitido meses atrás en una entrevista para la revista Gente. Incluso se mostró arrepentido por el cuádruple crimen de su familia.
Durante en juicio, Barreda había justificado los femicidios como una reacción a a los maltratos y humillaciones que recibía de parte de sus hijas, su esposa y su suegra. Sin embargo, en un diálogo que fue grabado por el periodista platense Marcelo Constanzo en 2019, manifestó sentir dolor y remordimiento por lo sucedido.