http://www.granma.cu/file/img/2020/05/medium/f0170185.jpg
Foto: Calixto N. Llanes

Lista de talentos no es un equipo Cuba

«No se trata de un equipo nacional, sino de una observación sobre jugadores de perspectivas, a quienes se les dará un seguimiento en aras de pulir las potencialidades que ya tienen», expresó Ernesto Reinoso, director nacional de Béisbol

by

Desde el pasado día 23 trascendió, aunque aún no ruede la pelota en los terrenos, el listado de 116 talentos de la Dirección Nacional de Béisbol, una relación que no debe verse como una selección, y ni siquiera preselección. Estamos en Cuba, tierra de peloteros, y el universo de este deporte jamás podrá ceñirse a una cifra.

Sin embargo, el ejercicio en el orden estratégico es provechoso, pues identifica las potencialidades de jugadores menores de 25 años que, en un periodo de cuatro calendarios (2020-2024), deben asumir roles protagónicos en las representaciones nacionales en los más exigentes torneos del calendario internacional.

«No se trata de un equipo nacional, sino de una observación sobre jugadores de perspectivas, a quienes se les dará un seguimiento en aras de pulir las potencialidades que ya tienen. Hay jugadores jóvenes que no están en la relación, como Yosvani Peñalver y Alberto Calderón, de La Habana;
Noelvis González, de Holguín, o Yanier González, de Mayabeque. Sin embargo, no se tata de exclusiones, han madurado más rápido, y claro que, a partir de sus comportamientos, son elegibles para las escuadras cubanas a cualquier certamen», expresó Ernesto Reinoso, director nacional de Béisbol.

«La idea es que este trabajo se irradie a la base, a nivel de combinado deportivo, municipio y provincia; que cada territorio tenga desplegado su potencial en función del crecimiento técnico del pelotero, desde su inicio en las categorías escolares», comentó.

Dijo que hay dos principios básicos. «Uno es no intervenir en los modelos de preparación de cada equipo de las provincias, esa es la responsabilidad de los técnicos; y el otro, que el listado puede crecer, y que como ya se aprecia, no discrimina ni por talla ni por otro renglón. Los atributos se ponen sobre el terreno de juego y el trabajo a realizar es a partir de la expresión de esas cualidades para mejorarlas».