¿Puede la Inteligencia Artificial crear un gran éxito musical?
El uso de la Inteligencia Artificial en las composiciones musicales se encuentra en pleno auge, a medida que más creadores buscan herramientas que inspiren diferentes tipos de estilos.
Imaginen crear un equipo de grandes músicos para componer el éxito perfecto de Eurovisión, y cuyo resultado es una canción en la que una voz robotizada insta a los oyentes a "matar al gobierno, matar al sistema". Esa fue la experiencia de un equipo de académicos holandeses que, tras un experimento de componer temas utilizando algoritmos de Inteligencia Artificial (IA), acabó creando un nuevo género musical: Eurovision Technofear.
El equipo, Can AI Kick It, utilizó técnicas de IA para generar un predictor de éxitos basado en las melodías y ritmos de más de 200 clásicos del Festival de la Canción de Eurovisión, una celebración anual de la música pop y el kitsch. Estos incluyeron Waterloo de Abba -que llevó a Suecia a ganar en 1974- y Euphoria de Loreen - de nuevo el país escandinavo se hizo con la victoria en 2012.
Pero para crear la letra de Abuss, el tema con el que los miembros del equipo esperaban participar en el concurso de canciones de IA este año, también usaron un sistema de IA independiente, basado en la plataforma de medios sociales Reddit. Fue esto lo que desencadenó una protesta.
Protestas
Al igual que en el caso de Tay, un bot de conversación de IA creado por Microsoft en 2016 que empezó a difundir mensajes racistas y sexistas después de ser entrenado en Twitter, la culpa residía en las fuentes humanas de datos, no en los algoritmos.
"¡No toleraremos estas letras!", manifestó Janne Spijkervet, una estudiante que trabajó con Can AI Kick It y dirigió el programa que creaba las letras. Sin embargo,parece que el equipo holandés decidió mantener los mensajes anarquistas para mostrar el peligro de utilizar la IA en un entorno relativamente libre de riesgos como el europop.
El uso de la IA en las composiciones musicales se encuentra en pleno auge, a medida que más músicos y compositores buscan herramientas que inspiren diferentes tipos de música. El AI Song Contest, organizado por la emisora holandesa VPRO, es uno de los primeros eventos en sacar el proceso de utilizar algoritmos para componer música original de la academia e incorporarlo al mundo comercial.
La competición está inspirada en Eurovisión y ha ganado mayor protagonismo desde que el evento de culto, que estaba previsto se celebrase este mes en Rotterdam, se canceló debido a la pandemia del coronavirus. La Unión Europea de Radiodifusión, que organiza el concurso, ha respaldado la versión informática y ha sido el supervisor a la votación, en la que ganó Australia.
Las peculiaridades del concurso original también han cobrado protagonismo en el mundo de la IA. El concurso se ha evaluado siguiendo las mismas directrices que en el certamen tradicional, en el que se combinaba la votación del público con la de un panel de jueces expertos. Ed Newton-Rex, que fundó la start up británica de composición IA Jukedeck, forma parte del jurado. En la votación examina el proceso de cómo se aplicó el aprendizaje automático, así como el uso creativo de los algoritmos.
VPRO no esperaba millones de personas conectadas al evento, pero cree que muchos fans de Eurovisión siguieron el anuncio en directo del ganador el 12 de mayo. La esperanza es que la propia versión informática sea un éxito y que se pueda allanar el terreno para que la IA influya en Eurovisión a través de la composición de canciones. "Ese es mi sueño", reconoce Karen Van Dijk, la productora de VPRO que creó el concepto.
Una actuación de los Sex Pistols en el Lesser Free Trade Hall de Manchester en 1976 -tras la que, según cuenta la leyenda, casi todos los asistentes crearon su propia banda- se llegó a considerar "el concierto que cambió el mundo" porque supuso una revolución musical.
El equivalente para la música que utiliza IA tuvo lugar en el invierno de 2019 en Delft, la pintoresca ciudad holandesa conocida por su cerámica y por ser el lugar de nacimiento del pintor Johannes Vermeer. En la ciudad se iba a celebrar la 20ª conferencia de la Sociedad Internacional para la Recuperación de Información Musical cuando se presentó una propuesta a los académicos asistentes.
El próximo éxito
Van Dijk anunció que estaba organizando el primer certamen de Eurovisión "para ordenadores". Cuando el holandés Duncan Laurence ganó el Festival de la Canción de Eurovisión en 2019, Van Dijk pensó si la IA podría aprovecharse para crear más canciones que dieran el primer premio al país. "Pensé que podríamos crear el próximo éxito de Eurovisión con solo pulsar un botón", reconoce. Otros vieron la oportunidad de probar si la IA podía usarse no solo para escribir una canción, sino también para componer un éxito.
Ashley Burgoyne, profesora de musicología computacional en la Universidad de Ámsterdam y miembro del equipo de Abuss, utilizó datos para crear un predictor de éxitos de Eurovisión. Según esos datos las melodías con ganchos de tres a siete notas y canciones con patrones rítmicos simples obtuvieron la puntuación más alta.
Burgoyne también demostró que un cierto nivel de atonalidad es fundamental para tener éxito en Eurovisión. "Si uno cree que la calidad existe, la IA no es una buena herramienta para encontrarla. ¿Cómo se define lo que es una buena canción en un entorno como el de Eurovisión?", se pregunta.
El uso de voces subliminales que supuestamente alentaban el culto al diablo en la música heavy se extendió en la década de 1980. Pocos habrían esperado que las voces subliminales del Demonio de Tasmania influyeran en el europop 30 años después.
Caroline Pegram, directora de innovación de Uncanny Valley, la compañía de tecnología musical, ha querido rendir homenaje a la naturaleza que fue completamente arrasada durante los incendios de 2019-20 en Australia.
Una amiga del zoológico le envió vídeos de demonios de Tasmania en sus momentos más salvajes y mezcló los chillidos con los sonidos de koalas para crear una red generadora de audio utilizando tecnología desarrollada por el proyecto de investigación creativa de IA Magenta de Google. Lo llamaron el "sintetizador koala" y el proyecto demostró que la IA puede crear resultados totalmente inesperados.
El sintetizador koala añade una nueva perspectiva a la historia de Eurovisión: a Australia no se le permitió competir en el concurso hasta 2015, cuando la Unión Europea de Radiodifusión permitió su entrada.
Justin Shave, que produjo la canción, explica que la tecnología DDSP -procesamiento diferencial de señales digitales- que utilizó desde entonces se ha aprovechado para generar los sonidos de violines, trompetas e incluso de un coro de hombres borrachos. "Esto último no funcionó tan bien", reconoce.
A diferencia de los participantes más académicos, Uncanny Valley proviene de un fondo musical que ha producido canciones para Aphex Twin y Sia. El grupo ya había planeado introducir una canción compuesta con IA en el concurso principal de canciones. Ahora esperan que el AI Song Contest ayude a disipar las dudas entre quienes piensan que la tecnología podría quitar el trabajo a los músicos.
Geoff Taylor, consejero delegado del BPI, la Industria Fonográfica Británica, asegura que los "nuevos horizontes" de la IA son algo emocionante pero exigen cautela. "También debemos protegernos del riesgo de que la IA pueda, en ciertos aspectos, utilizarse para suplantar la creatividad humana o socavar la economía cultural impulsada por los artistas", advierte.
Temores
Sus temores se han avivadoa medida que algunas de las compañías tecnológicas más grandes del mundo, como Google y el propietario de TikTok, ByteDance, se han pasado al espacio de la composición.
Pero Anna Huang, residente de Google Magenta y juez del Concurso de Canción de IA, dice que estas empresas se sienten atraídas por la composición musical de IA por curiosidad científica, no por el deseo de dominar el mundo de la música. "La música es un dominio muy complejo. A diferencia del lenguaje, que es una secuencia única, incluye arreglos, timbre, múltiples instrumentos, armonía", explica.
La IA también podría tener un impacto democratizador en la creación de nueva música, opina Huang. Cita su propia experiencia en la escuela secundaria en Hong Kong, cuando algunos de sus compañeros componían para orquestas. Huang también era músico y creía que la informática podría desarrollar nuevos métodos de composición musical, con ayuda de la IA.
Un Google Doodle interactivo lanzado en marzo del año pasado animó a los usuarios a introducir una melodía sencilla. La IA, desarrollada por Magenta, generó composiciones que recordaban a Bach. En dos días se habían creado 55 millones de fragmentos de música. Newton-Rex, que vendió su compañía a Bytedance de China el año pasado, cree que los músicos necesitan ver la IA como una herramienta para estimular la creatividad -un estímulo que aporte nuevas ideas- en lugar de una amenaza.
"Cada vez que me siento al piano, toco lo mismo", reconoce, añadiendo que la IA ya se está introduciendo en máquinas sofisticadas pero que siempre necesitará supervisión humana. "¿Cómo suena la música de IA? No transmite nada sin un elemento humano", añade.
El AI Song Contest puede fomentar el uso de esta tecnología y disipar algunas de las preocupaciones sobre sucreciente influencia. Como sostiene Pegram: "Algunos músicos temen que terminemos fabricando máquinas que compongan una música terrible; en ese caso tendremos que enfurecernos con la máquina, no actuar en su contra".