Sexo y ‘corona’
by Núria EscurLisa Taddeo se pasó ocho años pateando EE.UU. para rastrear la vida sexual y sentimental de tres mujeres “normales y corrientes” –según sus palabras– mientras anotaba de qué modo el deseo moldeaba sus vidas. Se llevó galardones. Ahora su libro ( Tres mujeres , Principal de los Libros) está nominado a los British Book Awards como mejor obra de no ficción del 2020 y mejor libro internacional del año de los ABIA.
El rasgo en común de las tres mujeres reales de Taddeo es que todas fueron juzgadas por tomar ciertas decisiones respecto a su sexualidad fuera del canon. Maggie se enamora a los 16 años de su profesor de instituto (la cosa acaba en litigio), a Lina la violan en una fiesta (lo denuncia y el escándalo en las redes la persigue toda la vida) y a Sloane no le perdonan que practique el intercambio de parejas (pese al beneplácito y la consecuente alegría del marido).
Cómo terminan Maggie (Dakota del Norte), Lina (Indiana) y Sloane (Rhode Island) lo dejo a su libre curiosidad. Taddeo decidió investigar sobre el deseo sexual cuando su madre le explicó que, de chiquita y como a tantas, un hombre la perseguía diariamente por la calle y se masturbaba mirándola. “¿Cómo desactivas a un depredador?”. Me cuestiono si, alteradas por la pandemia, esas cosas cambiarán.
Le hago llegar dos preguntas a Taddeo. La primera, en qué radica la diferencia entre deseo sexual masculino y femenino (aunque ya imagino la respuesta). La segunda, ¿cómo será el sexo tras el coronavirus? A la primera Taddeo contesta que las mujeres son, en general, mucho más imaginativas y capaces de profanar. “Tienen una experiencia prismática, con muchas capas. En ellas el deseo es a la vez más apasionado y más doloroso; en ellos se centra biológicamente en la cópula. El deseo femenino se extiende durante, antes y después”. Hasta aquí, efectivamente, nada nuevo.
A la segunda responde algo más sugerente. Los más afectados, en cosa de sexo, por el coronavirus serán los solteros. “Es ellos detecto más inquietud porque les llevará tiempo reanudar el contacto sexual habitual”. Un sector –“los que se han sentido increíblemente solos, sin ser tocados”, añade– se sumergirá en el sexo con mayor entusiasmo que antes. ¿Y los casados? “Esos… difícil de adivinar: unos se han acercado y otros, con la perpetua proximidad, se han separado para siempre”. Como Taddeo (Nueva Jersey, 1980), creo que el corona , al final, ahondará en lo que esa persona ya estaba predispuesta a hacer.