«Mi Velázquez tiene el ego hiperatrofiado»
Julián Villagrán, conocido por su brillante papel en 'El Ministerio del Tiempo' (La 1), hoy debe recuperar 'Las meninas'
by JULIÁN ALÍANo es la primera vez que Julián Villagrán (Trebujena, Cádiz, 47 años) se convierte en Diego Velázquez. El actor ya se metió en la piel del pintor a finales de los 90, y por eso no le sorprendió que se fijasen en él para repetir en personaje en 'El Ministerio del Tiempo', la serie de La 1 de TVE producida por Globomedia y Onza, que estrena esta noche a las 22.05 horas un nuevo capítulo. En él, Velázquez debe recuperar 'Las meninas', pero no sin antes escuchar su propio trap en el Museo del Prado, una secuencia que ya se ha hecho viral en las redes sociales.
-¿Qué pasa con 'Las meninas' en este capítulo?
-Creo que es mejor ver el capítulo que adelantarlo, pero sí puedo decir que desaparece el cuadro de 'Las meninas', y hay que ir a recuperarlo como sea. Es una necesidad imperiosa, porque para mí es el cuadro más importante de la historia del arte… y hasta aquí puedo leer.
-¿Tenía alguna relación con el mundo del arte?
-De la pintura no tanto, pero soy actor y tengo un grupo, que se llama 'Asunción'. Aunque sí es cierto que desde muy pequeño, en el colegio teníamos asignaturas de dibujo, y nos llevaban mucho museos y exposiciones. Recuerdo ir de niño a una de Picasso en Sevilla, y la verdad es que siempre me ha llamado mucho la atención. Además, precisamente siempre he tenido especial predilección por él y por Velázquez ya de antes. Y claro, una vez que me pongo a interpretar el personaje, he indagado más, he conocido mucho mejor su historia, y también he intentado crear una supuesta personalidad, porque tampoco se conoce mucho de su carácter. La apuesta de los hermanos Olivares fue que, al ser tan influyente e importante en la historia del arte mundial hasta el siglo XXI, el ego se le ha hipertrofiado (risas).
-¿Le sorprendió ser el elegido para convertirse en Velázquez?
-Fue muy peculiar, porque me llamaron para hacer la prueba, pero es que antes de venir a Madrid, había abierto un parque temático en Sevilla, Isla Mágica, enfocado en el siglo XVII, aunque luego tenía sus montañas rusas y su parque acuático. Pues había un corral de comedias en el que hacían unos espectáculos, y me llamaron para interpretar a Velázquez. Así que cuando me llamaron para la serie tampoco me sorprendió tanto.
LAS FRASES: |
El artista. «He indagado para crear una supuesta personalidad porque no se conoce mucho de su carácter» La serie. «Me parece que da unas oportunidades muy locas para montar tramas que son una maravilla» |
-Con esto, ¿se ha convertido en su pintor favorito?
-La verdad es que sí, aunque ya me fascinaba antes. En el 91 me fui un poco a la aventura a Londres, y recuerdo ir a la National Gallery y quedarme embobado viendo un cuadro, que era 'El aguador de Sevilla'. Con 18 años me impactó muchísimo. Curiosamente, tenía esa debilidad por don Diego, y ahora ya… mucha más.
-Hablaba antes de Picasso, que también sale en el capítulo.
-Sí. Ya salió también la primera temporada. Velázquez es una figura muy influyente en la perspectiva, y Picasso la rompió y se cargó todo. Me parece una genialidad que lo conozca, y, en vez de repudiarlo porque ha roto su fuerte en la pintura, se fascine y lo admire. En aquel, se pasaba todo el capítulo pidiendo que le dejasen conocerlo, y aquí voy a volver a verlo, más mayor, y ya con un carácter diferente.
-¿Qué puede contar de esa secuencia de Velázquez a ritmo de trap que han rodado?
-Ha sido un regalazo brutal que me han hecho. Me habían dado muchísimo el coñazo con el 'Velaske, ¿yo soy guapa?' en redes, mis amigos, compañeros… Ese trap me parece una genialidad, porque explica el cuadro de 'Las meninas' a la gente que le gusta el trap, y tiene mucho rollo. Es una manera que tuvieron de explicar una obra de arte tan importante en España a la gente joven, y encima se hizo viral. Entonces, que en esta temporada (Javier) Olivares haya querido incorporarlo y que el propio Velázquez lo vaya escuchando por los pasillos del Museo del Prado… me parece el regalazo de mi vida. Estaba pletórico en la sala de Velázquez, que la teníamos para nosotros solos, y haciendo la escena caracterizado como él. Aunque nadie del equipo me dejaba en paz. Todos se querían hacer fotos, y fue bastante estresante, porque no me pude relajar y verlo con detenimiento en las tres o cuatro horas que estuvimos (risas).
-Define un poco la esencia de la serie, ¿no?
-Sí. Es muy atrevida, y al ser una serie sobre la historia de España, en la que sus personajes viajan en el tiempo, te permite hacer que Lorca vea a Camarón cantando sus poemas, o al propio Velázquez, conociendo a Goya o a Picasso… Me parece que da unas oportunidades muy locas para crear tramas que son una maravilla. Olivares es muy fiel, porque es historiador, y entonces es muy instructivo, pero le añade un punto de humor muy inteligente, que no es nada obvio y que conecta muy bien con el público, que sabe apreciar las cosas rebuscadas y no tan marcadas.
-¿A qué época le gustaría viajar personalmente?
-Me gustaría viajar al futuro, pero hay una premisa en 'El Ministerio del Tiempo' que no lo permite, porque el tiempo es el que es, así que… Uf, es que hay tantas cosas que me gustaría conocer, que no sé con cuál quedarme. Quizá el siglo XVII, o el XVIII, o la época de antes de Cristo…