Preocupante futuro de América Latina
by Sergio Muñoz BataEl Imperial College de Londres predice que para fin de 2020, el número de contagiados y muertos por coronavirus en Latinoamérica será inmenso.
El coronavirus avanza imparable en América Latina. Entre el jueves y el viernes de la semana pasada se reportaron 106.000 nuevos casos de contagio, y la región es ahora el epicentro de la propagación del virus, sobrepasando a Europa y Estados Unidos en el número de casos por día.
En Brasil, por ejemplo, la epidemia es de tal magnitud que este domingo el presidente de Estados Unidos restringió la entrada al país de personas que hayan estado en la nación suramericana en los últimos 14 días. En un solo día, la semana pasada, murieron 1.179 personas, con lo que se registró la cifra diaria más alta de muertes por covid-19 en el mundo. A la fecha han fallecido más de 22.000 personas, y hoy supera a España e Italia en número de contagiados, con más de 300.000.
En teoría, Perú sería el segundo país más afectado por la pandemia, con más de 100.000 casos y 3.024 muertes. Sin embargo, la imposibilidad de verificar los datos que proporciona el Gobierno mexicano dificulta conocer las cifras reales de contagiados y muertos en ese país. Las autoridades dicen que hay casi 70.000 contagiados y más de 7.000 muertos, pero la misma autoridad que proporciona estos datos admite que la cifra real podría ser ocho veces mayor.
En Ecuador hemos visto escalofriantes escenas de muertos en las calles de Guayaquil y sus cifras de contagio y muerte son altísimas, 37.000 y 3.100 respectivamente.
En Colombia, el total de casos asciende a 21.175 y 727 muertes. Estas cifras, considerablemente más bajas que las de sus vecinos, hablan muy bien de las autoridades que declararon el confinamiento a tiempo y de la ciudadanía que acató la decisión. Desafortunadamente, habrá que esperar un tiempo para medir las consecuencias económicas de la pandemia, que van a ser terribles en Colombia y el resto del subcontinente.
Por otro lado, y a pesar de que los expertos en salud vaticinan que lo peor está por venir, y que la pandemia llegará a su pico hacia junio y julio, las cuarentenas se han relajado en varios países del hemisferio. En algunos porque creen que con haber decretado a tiempo la cuarentena su país sigue protegido, pero no consideran que con la llegada del invierno a los países australes vendrán enfermedades respiratorias como la gripe, influenza, bronquitis, neumonías o pulmonías, que coincidirán en el tiempo con el apogeo del coronavirus.
En México, Nicaragua y Brasil, el problema es otro y es casi patológico porque Andrés Manuel López Obrador, Daniel Ortega y Jair Bolsonaro no solo perdieron un tiempo irrecuperable negando la gravedad de la pandemia durante semanas enteras, sino que sabotearon las medidas de protección que recomendaban los expertos en salud.
En México, al confirmarse el primer caso de coronavirus en febrero, Amlo declaró que el país estaba preparado para enfrentarlo porque contaba con un sistema de salud capacitado (mentira) y porque el virus no es “algo terrible, fatal, ni siquiera es equivalente a la influenza”. En marzo dijo que los mercados se tranquilizarían y no “habría mayor problema”, y le recomendó a la gente abrazarse porque “no pasa nada”.
En Nicaragua, mientras Daniel Ortega se esconde en su palacio en plena pandemia de covid-19, los expertos en salud pública y organizaciones internacionales como Human Rights Watch califican su estrategia de irresponsable, preocupante y temeraria. Las escuelas públicas siguen funcionando, las fronteras del país siguen abiertas y el Gobierno promueve actividades masivas. En Brasil, Bolsonaro sigue creyendo que el coronavirus “es apenas una pequeña gripe o resfriado”.
Otra es la opinión del Imperial College de Londres, al vaticinar que al terminar 2020 podría haber más de 45 millones de casos de coronavirus en América Latina y unos 158.000 muertos.
SERGIO MUÑOZ BATA