Lineker y los vascos
by Jordi JuanE l futbolista británico Gary Lineker es el autor de una celebradísima frase que dice así: “El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania”. Si extendemos esta frase a la política española también podríamos decir que “el Congreso es un hemiciclo donde 350 diputados se pasan la vida negociando arriba y abajo y siempre gana el PNV”. Después de todo el ruido de la semana pasada con la votación del estado de alarma y el protagonismo que el PSOE y UP concedieron a EH-Bildu, la realidad es que ayer el Gobierno central y el vasco acordaron retomar las transferencias pendientes a Euskadi. Es un paquete importante que agrupa desde prisiones hasta productos farmacéuticos, seguro escolar y, sobre todo, la transferencia de la gestión de la Seguridad Social, que es una asignatura pendiente histórica del Ejecutivo vasco. Este último punto supone unos 9.000 millones de euros anuales.
Está claro que los seis diputados del PNV cotizan más en la bolsa del Congreso que los 21 diputados independentistas catalanes (13 de ERC y ocho de JxCat). Y no me acusen de vasquitis: a la vista están los resultados. Seguramente porque la estrategia de peix al cove de los nacionalistas catalanes es una pantalla ya superada por sus sucesores que se niegan a discutir por meros traspasos y quieren hablar directamente de tú a tú con el Estado sobre cómo administrarán la independencia. La realidad es que los vascos van a lo suyo (hasta la formación de Arnaldo Otegi ha descubierto el truco) mientras los representantes de las dos grandes formaciones catalanas se marcan tan bien unos a otros que, finalmente, su botín es más bien escaso.
El Govern se centra en librar otras batallas que considera más importantes, como está haciendo con la epidemia sanitaria, donde ha conseguido imponer en Catalunya la división territorial por áreas sanitarias y no por provincias. Ello ha supuesto que Barcelona tenga el honor de ser la única ciudad confinada de toda España. Algo inaudito e inexplicable. La Generalitat ha reaccionado y solicitará al Ministerio de Sanidad que reunifique Barcelona con las dos regiones sanitarias metropolitanas a partir del lunes. Se hará tarde y mal, pero está bien lo que bien acaba. Lástima que la simbología parezca siempre lo más importante.