El idilio de Maradona con Valencia
El argentino dio una asistencia en su último partido en el coliseo, un amistoso previo al Mundial de Italia del que se cumplen 30 años
by MOISÉS RODRÍGUEZ PLAZAMaradona no dejaba indiferente a nadie. No lo hace ahora y menos cuando era futbolista en activo. Para muchos, el mejor de la historia. El Pelusa pasó tres veces por Valencia como jugador, curiosamente dos de ellas vistiendo la camiseta de Argentina y sólo una con la elástica de un club en partido oficial. Fue el día de su debut con el Barcelona, el 4 de septiembre de 1982, en un encuentro que pasó a la historia por el férreo marcaje de Carrete al astro. «El entrenador me dijo que si salía del campo, que me fuera con él», declaró años después el asturiano. Ganó el conjunto local (2-1). En los choques contra la albiceleste, el balance con Maradona sobre el césped de Mestalla es una derrota y un empate. El último, preparativo para el Mundial de Italia 90. Se cumplen 30 años, ya que se jugó en la noche del 25 de mayo.
El idilio de Maradona con el Valencia había comenzado en el 79, cuando el equipo blanquinegro visitó el Monumental para medirse a la selección albiceleste Sub-20, que acababa de ganar el Mundial de la categoría. Después, en 1981 la absoluta visitó el entonces Luis Casanova.
Maradona realizó un gran partido. Suya fue la asistencia del tanto que concedió la victoria a Argentina (0-1), obra de Ramón Díaz. La anécdota la marcó una fotografía, que ha salido a la luz muchos años después y de la que se hizo eco el portal Ciberché, del Pelusa con una camiseta del Valencia, posiblemente la que intercambió con Kempes. «Al final los argentinos reconocieron lo que es Mario, el mejor jugador del mundo», declaró el entonces jovencísimo futbolista en referencia al héroe del Mundial de 1978.
El Pelusa volvió una vez más a Mestalla, esta ya como estrella Mundial. Había liderado a la albiceleste en México 1986 y Argentina partía como clara favorita de cara a Italia 90. El combinado de Carlos Salvador Bilardo estaba en plena gira de preparación en aquel mayo de hace ahora tres décadas. De hecho el de Mestalla era su último ensayo antes del Mundial. La relación entre el seleccionador y la estrella estaba enrarecida porque el técnico había excluido a Valdano. Sobre eso se le preguntó al astro nada más aterrizó en Manises: «Somos amigos, pero nunca dije que fuese a dejar la selección por ese motivo. Parece que exista gente interesada en crear mal ambiente».
Maradona, que acababa de ganar la Serie A con el Nápoles, llegaba motivado al campeonato que se iba a disputar en el país en el que jugaba en ese momento. «Este será mi último Mundial, espero hacerlo mejor que en México, incluso marcando goles con la mano», declaró en Valencia. El tiempo dictaminaría que Italia 90 le dejase un subcampeonato agridulce y que compareciese una vez más en una Copa del Mundo con la albiceleste, en la de Estados Unidos en 1994.
Volviendo al partido amistoso del 25 de mayo de 1990, Maradona elogió al Valencia. «Poseen una gran calidad. En Italia he visto varios partidos y me ha gustado su juego», señaló. El equipo entrenado por Víctor Espárrago había quedado subcampeón de Liga con 53 puntos –la victoria entonces sumaba 2–, a 9 del Real Madrid.
El partido decepcionó, esa es la gran realidad. Para empezar, el reclamo de Maradona sólo convenció a unos 18.000 espectadores de que merecía la pena acudir a Mestalla aquella noche. El horario, un viernes a las 22.30 horas quizás no ayudó demasiado. El club no ofreció una cifra oficial de asistencia, algo que sí tenía por costumbre.
En cuanto al fútbol, si alguien mereció llevarse la victoria ese fue el Valencia. Argentina, según la crónica publicada el sábado por este diario, tardó 42 minutos en disparar a puerta: lo hizo por medio de Burruchaga y Sempere se mostró muy atento para desviar el balón a córner.
En ese momento el Valencia ganaba 1-0 merced al tanto de Cuxart, que llegó tras un fallo garrafal del guardameta y uno de los centrales albicelestes, que no se entendieron en un saque de puerta en corto.
Bilardo movió ficha después del descanso y sacó al césped las piezas clave que había reservado. Llegó uno de los pocos destellos de Maradona, que hizo gala del su enorme calidad para lanzar un centro medido que propició el empate definitivo.
La Argentina de Maradona se marchó de Mestalla con dudas de cara a un Mundial que acabaría perdiendo en la final contra Alemania Federal. De Valencia la expedición albiceleste despegó rumbo a Italia cargada con siete jamones de jabugo.
La mujer y las hijas del Pelusa, de compras por la ciudad
Una de las imágenes de aquellas horas en las que la selección argentina estuvo en Valencia fue la de Claudia, mujer de Maradona, y las dos hijas de ambos, Janina y Dalma, de compras por la ciudad. Las tres se hospedaron en una suite del mismo hotel que los futbolistas. El Pelusa gozaba de privilegios con respecto a sus compañeros, ya que al resto de jugadores no se les permitía estar acompañados de sus parejas. Maradona aterrizó en Manises con Janina en brazos y así atendió a los medios en la previa del encuentro. La niña se quedó llorando cuando el '10' de la que luego sería subcampeona en Italia 90 le dejó para subirse al autobús del equipo.