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La "nueva normalidad" y el regreso a clases

Aunque la fecha programada en casi todo el país para regresar a la presencialidad es el 15 de junio, pocos gobiernos estatales consideran que las clases se reanuden en ese momento

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Me topé con la portada de la revista Time de esta semana, que presenta a dos jóvenes universitarios (obvio, estadounidenses) y lo que me vino a la cabeza fue una entrevista que les dio el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, a Gabriela Warkentin y Javier Risco. 

El titular de la Secretaría (qué formalidad la mía) dijo que el regreso a clases dependerá del semáforo que estableció el gobierno federal a través del Consejo de Salubridad, el cual indica las restricciones sanitarias mediante el uso de colores. ¿Qué significa esto y por qué la portada de la revista me remitió a los dichos del secretario?

El artículo principal de la citada publicación describe cómo marcará la pandemia a la generación 2020; es decir, a los estudiantes que concluyen sus estudios este año, y que por razones que ya todos conocemos, no podrán tener una graduación o terminar el curso en un salón de clases. 

Algunos de mis alumnos, ahora ex alumnos, compartieron conmigo su tristeza y frustración por no poder cerrar la licenciatura como lo había pensado. La última clase fue reveladora, pues algunos pusieron en duda su futuro como periodistas, debido a la pandemia y a lo incierto del panorama laboral.

Esteban Moctezuma, uno de los funcionarios que parece más sensato en el gabinete del presidente López Obrador, mencionó que, como el virus no tiene palabra, no puede hablar de fechas, sino de procesos para el regreso a la presencialidad, pero, y como diría el clásico, ahí está el detalle, explicó que el ciclo 2019 - 2020 deberá cerrar con algunas semanas presenciales. Sí, leyeron bien, presenciales. Estos días servirán para evaluar el aprendizaje y avance que tuvo cada alumno, descartando el concepto de examen; más bien, es una revisión de lo que cada niña y niño logró durante el confinamiento, para ayudar a los que no pudieron avanzar a ponerse al día. 

Lo interesante, si resulta, es que esto permitiría a los docentes planear el próximo ciclo. Pero dejaré esto por aquí para retomarlo líneas más abajo.

Ahora, lo que acabo de mencionar se refiere única y exclusivamente a la Educación Básica; pero, ¿qué pasa con el nivel superior?

Traigo el ejemplo de Cambridge, una de las universidades de mayor prestigio en todo el planeta. Ellos anunciaron hace unos días que no regresarán a las aulas hasta el próximo año, aunque mantendrán los cursos en línea, y posiblemente, podrían hacerse reuniones presenciales con muy pocas personas, si las condiciones lo permiten. Esto se da en el marco del debate que hay en Reino Unido por la reapertura de las escuelas, la cual se tiene programada para el 1 de junio; sin embargo, este país se ubica como la tercera nación con más contagios en el mundo (255 mil 544*).

En México, y debido a que cada estado ha definido un regreso que puede o no basarse en las fechas propuestas por el gobierno federal, tampoco tenemos certeza en este punto. Las universidades que imparten clases durante el verano han decidido hacerlo en línea, pero poco se puede decir del siguiente semestre o cuatrimestre. En algunos casos se plantea que solo 50% de la comunidad universitaria asista al plantel, dejando a consideración de padres y alumnos esta decisión, y manteniendo el esquema de las clases online.

Regresando a lo que dijo el secretario de Educación en la entrevista, la idea de que se haga el cierre de manera presencial es por cuestiones de equidad social. ¿A qué se refiere con esto? Pues a lo que hemos planteado aquí en todo momento: no todos los alumnos tuvieron los recursos para asistir virtualmente a clases y no pudieron avanzar en el curso; por lo tanto, no pueden dejarlos fuera. Para Moctezuma Barragán, no importa cuándo se cierre el ciclo escolar, con tal de que todos los estudiantes sean evaluados como lo mencioné líneas arriba, lo cual implicaría que el inicio del nuevo ciclo cambie de fecha. 

En resumidas cuentas, seguimos sin saber cómo, y en algunos casos cuándo, podremos regresar a la escuela como la conocíamos hasta marzo. 

Como colofón, Francia decidió abrir las escuelas primarias antes de tiempo y ha tenido que cerrar nuevamente por la presencia de casos de covid-19 en adultos, apenas en la primera semana del retorno a las aulas. 

La salud, la enfermedad, la muerte y la vida se reúnen cada día para darnos buenas y malas noticias... esto, en otras palabras, implica para estudiantes y profesores (como para todos) un rompimiento, una nueva forma de relacionarse, de aprender, de cerrar un ciclo.

*Fuente del número decesos y contagios: Johns Hopkins University.