LO QUE SE SABE HASTA EL MOMENTO

Murió el femicida Ricardo Barreda

El autor del cuádruple crimen se encontraba en un geriátrico de José C. Paz.

Ricardo Barreda, autor del célebre cuádruple crimen ocurrido en noviembre del '92, falleció este 25 de mayo de un paro cardiorrespiratorio, aproximadamente a las 15.20. La noticia fue confirmada por fuentes policiales.

El femicida de 83 años estaba en el geriátrico Del Rosario José C. Paz al que llegó después de haber obtenido el alta médica en el hospital Castex, donde estuvo alrededor de siete meses. Tenía un mal estado general, se encontraba parcialmente lúcido y no tenía problemas con las personas del lugar. En la cuarentena, la última vez que había mantenido contacto con gente del mundo exterior fue con sus amigos vía videollamada.

El odontólogo Barreda fue condenado a prisión perpetua por asesinar en su casa y con una escopeta a su esposa Gladys McDonald (tenía 57 años), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24).

Barreda había quedado libre en 2016 cuando la justicia consideró que había cumplido la condena de 18 años que se le dictó en 1995. En 2012, cuando ya gozaba de salidas transitorias, se lo vio participando de un cacelorazo contra la inseguridad durante el gobierno de Cristina Kirchner. .

La masacre sucedió un 15 de noviembre de 1992 en la casa de la calle 48, en La Plata. Era un domingo por la mañana. Barreda asesinó a sangre fría a las cuatro mujeres usando una escopeta Sarrasqueta calibre 16.  Su raid criminal comenzó en la cocina, donde su ex esposa, Gladys estaba lavando los platos y su hija menor, Adriana, estaba armando un crucigrama. Disparó tres veces contra Adriana y dos contra Beba. Siguió hacia el living donde le disparó dos perdigonazos a su hija mayor, Cecilia  que habia bajado desde su habitación tras escuchar el ruido de los disparos. Otros dos balazos terminaron con la vida de Elena, su suegra, quien también bajó asustada por los estruendos. Después de su asesinato múltiple, Barreda se fue a encontrar con su amante y fueron a comer pizza. Al regresar a su casa, llamó a la policía diciendo que habían entrado a robar a su casa. No tardaron mucho en descubrir que era una mentira. Terminó confesando. 

En su declaración, Barreda había tratado de justificar su criminal accionar en los malos tratos que recibía de parte de su familia. Incluso se popularizó el apodo que le destinaban, "conchita", por la supuesta degradación de su masculinidad que le dispensaban las mujeres.    

El 14 de agosto de 1995 la Justicia le dictó una condena que recién quedó firme en 2007.