PIDE RESPUESTAS A LA MUNICIPALIDAD

Llegó a Lezama escapando de un violento, se quedó sin trabajo y amenazan con desalojarla

La mujer no puede trabajar por la cuarentena y el mes pasado dejó de pagar el alquiler. Aunque es ilegal, la dueña amenaza con echarla y para colmo, desde el municipio no la reciben para ayudarla. A fines del mes podría quedar en la calle.

En Lezama, una mujer se encuentra casi en situación de calle luego de que no pudiera pagar el alquiler y la propietaria de su casa, la amenazara con echarla.

Pero para peor, el municipio a manos del intendente Arnaldo Harispe (Juntos por el Cambio) todavía no la recibió, pese a que la mujer cuenta que le aseguraron que se iban a comunicar con ella a principios de mayo.

Stella Maris Lavedova tiene 58 años y llegó a esa ciudad en octubre pasado, huyendo de un episodio de violencia de género. Desde entonces intentó reconstruir su vida trabajando como vendedora de ropa, pero la pandemia la dejó sin la posibilidad de viajar para comprar la mercadería.

El mes pasado optó entre pagar el alquiler o comprar comida y explica que desde el municipio solo le entregaron “una bolsa de alimento”. La mujer solo pide un lugar para hospedarse hasta que pase la pandemia.

“El pasado mes no pude pagar el alquiler. Le dije a la dueña de la propiedad que si lo hacía, no me quedaba para comer. Ella me dijo tranquila: ´No te preocupes Stellita, yo comida para perros tengo para darte´”, cuenta la mujer a INFOCIELO.

El intendente Harispe no recibió personalmente a la mujer. 

Si bien el gobierno nacional decretó que en el marco de la cuarentena será ilegal los desalojos para aquellas personas que no pueden pagar el alquiler, Stella explica que tanto “la propietaria como el municipio” lo saben, pero no hacen nada para impedirlo.

“Hoy no me quedaron ni monedas. Gracias a Dios tengo a una vecina que me ayuda con comida”, agrega consternada. El próximo 29 de mayo se vence el tiempo para que Stella pague el alquiler o deba marcharse del lugar.

“Yo pensé que esta pandemia nos iba a ayudar a ser un poco mejor como seres humanos”, sostiene la mujer, que sigue esperando una respuesta del municipio, comprendiendo de las características de una localidad como Lezama, en donde el jefe comunal conoce la situación de cada vecino o vecina.