Funes Mori será operado por una lesión en el muslo

Consideran que la medida afectaría más el empleo en el país.

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Gremios empresariales rechazan el anuncio presidencial de adelantar el cobro de tributos, amparado en la declaratoria del estado de emergencia.

Los empresarios ya no saben qué pensar: un día se alegran porque el régimen anuncia que no insistirá en los impuestos, pero la sonrisa no les dura mucho porque al poco tiempo el presidente Lenín Moreno les dice que les va a cobrar adelantados los impuestos, tomando como base el ejercicio del 2019.

“No se entiende por qué el presidente está con esta actitud de la Chimoltrufia, que dice una cosa y dice otra y nadie le entiende qué es lo que quiere decir”, manifestó Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

Cuando dicen que no entienden es porque no saben dónde está la base técnica para una decisión de ese tipo. Hasta las cifras del Gobierno dicen que no es el momento para gravar al sector productivo.

“En marzo, el SRI ya nos da cifras de la caída. 3.172 millones de dólares en ventas, de las cuales el 50% equivalen al comercio”, mencionó Caterina Costa, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano.

El gremio considera que pensar que los empresarios están bien no solo es un error conceptual sino casi un ejercicio de negacionismo.

“Estamos apenas sobreviviendo, no están las empresas con un flujo regular, esperemos que con este paso al semáforo amarillo las cosas empiecen a normalizarse, pero actualmente la mayoría de las empresas están apenas sobreviviendo”, expresó Costa.

Identifican una contradicción más. El Gobierno diciendo que quiere trabajar por el empleo, mientras anuncia un golpe a quienes lo generan.

“Los dineros en el sector privado se multiplican y en el sector público se dividen o a veces hasta desaparecen”, comenta Arosemena.

Ellos no pierden la esperanza de que en los próximos días el régimen, por los motivos que sea, cambie una vez más de opinión.