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Médicos cubanos del Contingente Henry Reeve combatiendo el ébola en Africa. Foto: Archivo/Cubadebate.

Motivaciones perpetuas para conmemorar en Cuba el día de África

Mayo de conmemoraciones internacionales: día de los trabajadores, de la higiene de las manos, del asma, de no fumar, de la lucha contra la homofobia, contra el Bullying o el acoso escolar, día del Lupus, de la Esclerosis múltiple y de varios síndromes humanos, del niño hospitalizado, de la Enfermería, del médico de familia, de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, día de los museos, las Telecomunicaciones, la Libertad de prensa, del internet, de la Lengua portuguesa, del Comercio justo, día del juego, del reciclaje, de la objeción de conciencia, de la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo, de la diversidad biológica, de las aves migratorias, de la luz, de la convivencia en paz, de la familia, de la partera, y en países como el nuestro; además se celebra el día de las madres.

Y si de madres o raíces se trata, coincidiremos con estudiosos de la herencia africana, que razonan al continente como la madre física de la humanidad. En el caso particular de Cuba, lo es de gran parte de su cualidad; por tanto, conmemorar el día de África nos asiste de manera natural, los lazos que nos unen se continúan estrechando en el tiempo y van más allá de lo que enmarca una celebración puntual.

Países del continente madre, en fechas muy cercanas al triunfo revolucionario cubano quedaron signados con una huella humanísima sin precedente. El recuerdo nos convoca cada 25 de mayo, por la admiración a los miles de titanes, hijos del archipiélago antillano, que en la década del 60 con catalejo guevariano partieron dispuestos a abonar la descolonización con su sangre.

Precisamente en 1963, en el año en que se creó la Organización para la Unidad Africana (OUA), hoy Unión Africana (UA), Cuba tenía lista la primera brigada médica permanente compuesta por 55 colaboradores, en solidaridad con el hermano pueblo argelino. Y para más coincidencia, el 25 de mayo del año 1991, regresaba el último combatiente de Angola, cargando en su equipaje el secreto de la victoria. Una historia que se describe epopeya y que a decir de Jorge Risquet Valdés, tuvo una extensión de un cuarto de siglo, más un año, más un mes y un día.

Sin embargo, la fecha no marcó la despedida de Cuba con la cuna de la humanidad, su legado enardeció a los oprimidos por alcanzar la dignidad pisoteada; de ahí las relaciones imperecederas con nuestro país y el acompañamiento en las necesidades vitales hasta el día de hoy.  Varios sectores de la sociedad cubana enfrentan no solo a las guerras y sus consecuencias, sino a las nuevas formas de colonialismo, los peligros naturales y catástrofes, al Ébola, la Fiebre amarilla, al Cólera, la desnutrición materna e infantil, incluso a las calumnias, en fín; al producto de la indiferencia sostenida ante las desigualdades mundiales que cobran vidas en cantidades espeluznantes, por desgracia, no solo en África.

En el año que se reportó en China el brote que se convirtió en pandemia, colaboradores cubanos de la salud ya estaban contribuyendo a mitigar todas esas formas de devastación. Más de 28 000 trabajadores del sector se encontraban prestando servicios vitales en 59 naciones, de las cuales 56 son miembros del Movimiento de Países no Alineados. A ello se suma la contabilidad humanitaria de 35 613 profesionales de la salud de 138 países, que se han formado en Cuba de manera gratuita.

Nuestro personal de salud se encontraba en Angola, Kenya, Botswana, Lesoto, Burkina Faso, Mauritania, Cabo Verde, Mozambique, Chad, Namibia, Congo, Níger, Djibouti, RASD, Eritrea, Santo Tomé y Príncipe, Etiopía, Seychelles, Gabón, Sudáfrica, Gambia, Swazilandia, Ghana, Tanzania, Guinea Bissau, Uganda, Guinea Conakry y Zimbabwe.

Y todo ello, gracias a la arquitectura de gobierno edificada en Cuba respecto a la salud, con indicadores de lujo que a veces hay que recordar, por supuesto, sin fanfárrea ni triunfalismos. Desgraciadamente superviven ignorantes sin capacidad para valorar los ingentes esfuerzos contra la obcecada intensión imperial de asfixiarnos; mientras logros de ciencia en salud compiten en el primer mundo. Pero esas mezquindades cíclicas del imperialismo, lejos de aplastarnos nos hacen crecer. Miles de colaboradores de la salud cubanos formados en 26 brigadas, enfrentan en 24 naciones el horror que asfixia por SARS-Cov-2 al mundo y los productos farmacéuticos de producción nacional son ofrecidos como muestra de la globalización de la solidaridad que hoy salva.

Este 25 de mayo celebraremos el día de África esforzándonos por garantizar la continuidad de estudios de pre y posgrado a quienes llevan desde Cuba a sus naciones, el beneficio de alto nivel profesional en diversas ramas. Además, asegurando los acuerdos que proveen a África de Centros Regionales para el Control de Enfermedades, así como los compromisos establecidos en materia de cooperación para el desarrollo y sostenibilidad del continente. Celebraremos también, agradecidos de las decisiones tomadas en la Asamblea de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión en febrero pasado, sobre el levantamiento del bloqueo, agradeciendo también el reciente Mensaje a Cuba del Vicepresidente de la Comisión de la Unión Africana, Embajador Thomas Kwesi Quartey por el día de África, entre tantas razones para celebrar.

Recientemente en encuentro sostenido con el Excelentísimo Sr. Samuel Hendrik Goagoseb, Embajador de Namibia en Cuba, este expresó que concurren hoy en misión diplomática en la mayor de las Antillas, varios embajadores que como él, fueron formados en nuestro país gracias a la idea humanísima de Fidel de fundar las escuelas internacionales, —donde niños y jóvenes de varios continentes transitaron desde la enseñanza primaria al nivel universitario e incluso a estudios de posgrado— concreción que benefició de manera especial a los africanos. El venidero octubre en ocasión del 43 Aniversario de dicho proyecto, también estaremos celebrando. Hoy, sin lugar a dudas, apreciar el fruto que ha perpetuado la obra del Comandante en Jefe; deviene en una motivación más para conmemorar el día de África.