El compromiso con la vida
Luego de casi dos meses de enfrentar la peligrosa enfermedad, junto a los profesionales italianos, el doctor Carlos Ricardo Pérez Díaz, especialista en Medicina Interna, director del hospital Joaquín Albarrán en La Habana y jefe de la brigada médica cubana en Lombardía, Italia comparte con Granma sus experiencias en la lucha contra el nuevo coronavirus en esa nación europea
by Lorena Guevara SilvaEste año la humanidad ha sido marcada por la pandemia de la COVID-19, enfermedad que desde su aparición, a finales de 2019, ha cobrado la vida de miles de personas alrededor del mundo. Se extendió rápidamente por varios países, siendo Italia, una de las naciones más afectadas con más de 220 mil contagios y una cifra superior a los 30 mil fallecidos. Ante tal situación, la nación europea, solicitó ayuda a Cuba, a través de la Organización Mundial de la Salud.
La Isla respondió con prontitud y hacia ese país del Viejo Continente se dirigieron dos brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, haciendo suya el pensamiento martiano de que «el hombre debe estar ahí donde es más útil».
Luego de casi dos meses de enfrentar la peligrosa enfermedad, junto a los profesionales italianos, el doctor Carlos Ricardo Pérez Díaz, especialista en Medicina Interna, director del hospital Joaquín Albarrán en La Habana y jefe de la brigada médica cubana en Lombardía, Italia comparte con Granma sus experiencias en la lucha contra el nuevo coronavirus en esa nación europea.
– ¿Cómo fue el recibimiento en Italia?
– Al llegar recibimos muchas muestras de gratitud y satisfacción. Las personas aplaudían en el aeropuerto. El pueblo italiano estaba como esperanzado con nuestra ayuda solidaria.
– ¿Cuándo inició el trabajo?
– Nos pusimos activos de forma rápida. En 48 horas ya teníamos especialistas nuestros trabajando en el hospital Mayor de Crema, entre ellos, cinco intensivistas, siete clínicos y dos neumólogos en la sala de ingresos. Además, en solo 72 horas, los especialistas en medicina general integral y los enfermeros atendieron a los primeros pacientes en el hospital de campaña.
– ¿Cuántos enfermos ha atendido el personal médico cubano?
– Nuestro equipo ha atendido a 2 780 personas y ha salvado más de 250 vidas en el Hospital Mayor de Crema, en el hospital de campaña y en las casa de atención al adulto mayor. A finales de este mes se cumplen los períodos de cuarentena, con lo cual se prevé que haya un aumento del número de contagios, por eso estamos todavía acá preparados para seguir laborando de conjunto con los médicos italianos y seguir salvando vidas en este lugar.
– ¿Cómo ha sido el intercambio con el personal de salud de Italia?
– El intercambio con los profesionales italianos ha sido excelente, porque nuestros médicos han aprendido acerca de esta enfermedad y sobre los protocolos de actuación, ya que los galenos de este país, por ser uno de los más azotados, han estudiado con profundidad la COVID-19, a través de necropsia. Además, nuestros profesionales han aportado mucho en el orden del trabajo, la disciplina y las medidas de bioseguridad para enfrentar esta epidemia de una forma diferente.
«Nuestro trabajo aquí también permitió el descanso de los colegas italianos, que estaban agobiados, pues llevaban muchos días laborando las 24 horas para poder atender a todos los pacientes. Por tanto, considero que ha sido un buen complemento para los dos equipos de trabajo y un magnífico intercambio científico y de experiencias que va a perdurar en el tiempo».
– ¿Cómo se encuentran los médicos cubanos en Italia?
–Estamos todos bien. En este momento en mejores condiciones de trabajo por haber vencido toda esa etapa inicial y haber realizado aportes significativos. Ahora estamos esperando para ver cómo se desarrolla la situación epidemiológica después de la apertura de la cuarentena, y si todo marcha según lo esperado, ya a finales de mayo o principios de junio, estaremos desmontando el hospital de campaña. De ser así, a finales de junio estaremos regresando a Cuba.
«Por tal motivo, siempre cumplimos las medidas de bioseguridad para regresar todos y regresar bien, porque nuestro pueblo nos está esperando y nosotros tenemos ese compromiso con la profesión y con la patria».
– ¿Cómo afronta un médico el miedo a dejar a la familia en Cuba, o incluso a enfermar cumpliendo con el deber en otras naciones?
– Estamos convencidos de que nuestra familia en Cuba recibe todas las atenciones y la ayuda necesaria por parte de los vecinos, las instituciones y las autoridades. Nosotros venimos a Italia sabiendo que corremos un riesgo y que nuestras familias nos van a extrañar en Cuba, pero tenemos un compromiso con nuestra profesión y con los principios de internacionalismo, altruismo y solidaridad. Eso está por encima de cualquier miedo o conducta individual, que podamos tener.
«Además, esos aplausos que escuchamos todos los días a las nueve de la noche constituyen un estímulo para seguir aquí en la primera línea de combate.
«Los médicos cubanos saben que el valor no es la ausencia del miedo, sino la certeza de que hay obras más grandes que cualquier situación, por dura que sea. Por eso están hoy en Italia, para que el mundo tenga un nuevo amanecer sin ese virus que se ha llevado a tantas vidas. Ellos contarán para siempre con el respeto y la admiración de su pueblo».