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Reuters

Montenegro, el primer país de Europa que se declara "libre de coronavirus"

La nación balcánica fue la última de toda Europa en registrar casos de covid-19 y, según sus autoridades, la primera en erradicarlo. Su baja población y estrictas medidas influyeron en este resultado.

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"¡Somos el último país europeo que registró un 'primer caso' de covid-19 y el primero que ha logrado desarraigar el virus!". De esta forma, el ministro de Salud de Montenegro, Kenan Hrapovic, declaró a esta pequeña nación "libre de coronavirus" luego de 20 días sin registrar nuevos contagios de la enfermedad.
Montenegro -de tan solo 622.000 habitantes- registró sus primeros casos de covid-19 el pasado 17 de marzo: dos mujeres de 72 y 74 años que habían estado en lugares afectados por la pandemia. De esta forma, la pequeña nación balcánica se convirtió en el último país de Europa en recibir el virus.
Este hecho alertó a las autoridades locales para tomar una serie de medidas y así evitar que la ola de contagios se saliera de las manos. Finalmente, poco más de dos meses de la llegada de la pandemia a su territorio, el país registra un total de 324 contagios, cifra que no ha subido en 20 días y que tiene a los líderes montenegrinos felices y organizando todo para poder recibir turistas en el verano europeo que se avecina.
"Cuidando la salud, en las próximas semanas prepararemos a nuestro país para la temporada turística, la continuación de las inversiones y las nuevas asociaciones para mitigar los efectos negativos de la crisis lo antes posible", dijo hace 15 días el Primer Ministro Dusko Markovic, ya adelantándose a este presunto triunfo.

Las medidas para el combate

Antes de la detección de los dos primeros casos de covid-19, Montenegro abogaba por el distanciamiento social de la población y había aplicado medidas como la prohibición de la entrada de personas provenientes de los países más afectados por la pandemia, como por ejemplo España. No obstante, el mismo día que se supo de las dos contagiadas, comenzó el plan de emergencia, con una serie de medidas.
Así, ese 17 de marzo el Gobierno ordenó la suspensión del transporte público de autobuses y ferrocarril, así como también el cierre de fronteras. Del mismo modo, se decretó el cierre de todas las instalaciones deportivas y recreativas, sean al aire libre o en espacios cerrados, y la suspensión de todos los controles médicos no urgentes. También debieron cerrar sus puertas las peluquerías y centros de belleza.
A esto se sumó, un día después, el cierre de todos los locales comerciales, a excepción de farmacias, establecimientos que vendan alimentos, bebidas y productos de higiene, y gasolineras. Asimismo, el Ejecutivo ordenó la suspensión de los servicios de taxi y recomendó a la población no compartir vehículos con personas que no sean aquellas con las que viven en el mismo hogar.
El avance del virus era lento -incluso había días en que no se registraban casos nuevos-. Eso hasta el 24 de marzo, cuando las autoridades anunciaron 20 contagios nuevos por covid-19, subiendo la cifra total a 47. Ese mismo día, el Gobierno extremó las medidas y suspendió la llegada de pasajeros del extranjero, salvo aquellos con residencia permanente en el país y los montenegrinos que deseen retornar a través de viajes humanitarios organizados por las misiones diplomáticas y consulares, los cuales de todos modos debían someterse a una cuarentena obligatoria.
También se prohibió el transporte interurbano de pasajeros y las reuniones de más de dos personas en espacios públicos.
Seis días después, el Ejecutivo decretó un toque de queda bastante estricto con la finalidad de evitar el alza de contagios: de lunes a viernes entre las 19:00 y las 05:00 horas, y los fines de semana desde las 13:00 horas del sábado hasta las 05:00 del lunes.
Durante todo este periodo las autoridades además suspendieron las clases y prohibieron las visitas a las cárceles, la celebración de matrimonios y la llegada de cruceros y yates, sumando un total de 47 medidas.

Resultados

Con estas reglas, Montenegro llegó a su peak de contagios la primera semana de abril y, después de ello, comenzó el descenso. Así, su último registro de covid-19 data del 5 de mayo, correspondiente a sola una persona. De ahí en más, la cifra se estancó en un total de 324 infecciones, nueve muertos (la última el 10 de mayo) y 315 recuperados.
Si se compara con sus vecinos, los datos son positivos: Albania registra hasta ahora 1.004 casos y y 32 muertes; Croacia, 2.244 contagios y 100 fallecidos; Serbia, 11.193 infecciones y 239 decesos; y Bosnia y Herzegovina, 2.406 casos y 146 defunciones.
Un factor clave en estos resultados, por supuesto, es la bajísima población montenegrina (622.000 habitantes) lo que, sumado a las medidas adoptadas, permite a las autoridades decir que ganaron esta lucha.
Ahora, los esfuerzos de Montenegro están en el restablecimiento de las actividades. Así, el 11 de mayo se reanudó el transporte público interurbano terrestre y marítimo y se ordenó el desmantelamiento de los hospitales de campaña y la reanudación de consultas médicas no urgentes en los centros de salud. También se permitió la celebración de servicios religiosos, aunque con una serie de restricciones.
Posteriormente, se levantó el toque de queda y se permitió el transporte de pasajeros y los taxis sin la restricción de máximo dos adultos por vehículo, así como también se reanudó el transporte de ferrocarril. También abrieron los hoteles, centros comerciales y playas y se permitió las actividades deportivas grupales.
Ahora, el país espera la llegada de turistas en julio. Sus autoridades, felices, ya se están preparando.