33 mil personas por día engrosarán los índices de pobreza
BBVA publicó sus proyecciones para el 2020. Calcula que entre 1,500 y 1,800 personas entrarán a un nivel de pobreza cada hora, es decir, 33 mil personas por día.
by Larisa MakatiaLa institución financiera BBVA publicó sus proyecciones para el 2020. Calcula que entre 1,500 y 1,800 personas entrarán a un nivel de pobreza cada hora, es decir, 33 mil personas por día. Esto significaría un aumento de 12 millones de personas durante el 2020, en el mejor de los escenarios.
Si consideramos el escenario en Latinoamérica, según Forbes, al total de pobres actuales tendríamos que sumar 29 millones, es decir, México aportaría casi la mitad de dicha población.
Las cifras variarán según la gravedad de la contracción económica mexicana, que calculan en 5.3% este año (muy por debajo de otras calificadoras que pronostican una contracción de 8.5%).
Aun cuando la economía logre remontar y disminuir el índice de contracción del PIB, el estado actual de la economía mundial anuncia que la recesión llegó para quedarse y que las condiciones de vida de las masas populares y laboriosas sufrirán un enorme golpe tras los ajustes y recortes de los gobiernos capitalistas.
Mientras tanto, los grandes empresarios siguen exigiendo a AMLO que asuma una mayor deuda pública con organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional para resolver sus relativas pérdidas y el endeudamiento privado de una década, es decir, convertir sus problemas económicos en un problema público socializando la deuda, cargando los costos del endeudamiento al pueblo pobre y trabajador. Por eso recortan salarios y despiden trabajadores con la excusa de la pandemia, evitando tocar sus fortunas para garantizar condiciones mínimas para las grandes mayorías de cuyo trabajo se han enriquecido.
En este escenario, es urgente levantar una política y programa independientes de los empresarios, sus partidos y el gobierno, que invierta las prioridades y se enfoque en atacar las fortunas de los grandes empresarios para financiar a través de un sistema de impuestos progresivos, todo lo necesario para garantizar que ninguna familia quede en la calle.
Sólo así podrá financiarse un salario de cuarentena para toda persona que lo necesite, para cubrir el costo de la canasta básica y los servicios mínimos para vivir dignamente. Además, se vuelve necesario repartir el trabajo existente entre todas las manos disponibles, manteniendo un salario que cubra la canasta básica y aumente según la inflación, para trabajar todes y trabajar menos.
De la mano de estas medidas, deben prohibirse los despidos, en particular en las empresas que cerraron durante la pandemia, y toda empresa que no respete estas medidas debería ser puesta a producir bajo control de sus trabajadores y expropiada sin indemnización.
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