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Marcelino García Toral celebra con la afición el título de la Copa del Rey 2019 /REUTERS

Marcelino: «Fue el día más grande de mi vida y lo será siempre»

El técnico que conquistó el título de Copa para el Valencia rememora el mágico momento, a pesar de que no consigue cerrar la herida que le dejó abierta Peter Lim cuando tres meses después decidió despedirle

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«Es un exfutbolista y entrenador español. Jugaba de centrocampista y su primer equipo fue el Real Sporting de Gijón». La Wikipedia es demasiado cruel con él. Marcelino García Toral (Villaviciosa, 14 de agosto de 1965) es algo más que un 'exfutbolista y entrenador' como dice el portal en sus dos primeras y únicas líneas de la escueta introducción que tiene el asturiano en la red.

Para encontrar que fue el responsable directo de que el Valencia conquistara su octavo título de Copa del Rey hay que descender 34 líneas de texto. La referencia se explica poco menos que como si fuera algo anecdótico en su curriculum. Y un título es algo más. Encima, si es el primero en su carrera profesional. El Valencia y Marcelino se han dado el todo mutuamente en lo que a la parte laboral se refiere, en la misma proporción que luego se lo ha arrebatado el club de una manera drástica y dolorosa. Del cielo al infierno en poco más de tres meses. Esa herida es lo que todavía le supura al entrenador, refugiado casi en el silencio más absoluto. Desde que Peter Lim le seccionara la yugular, Marcelino ha hablado muy pocas veces. Han sido, según confiesa, muchas las peticiones que ha recibido sobre todo para recrear entre otras cosas lo que vivió aquella mágica noche sevillana, pero siempre las ha pasado por alto. Cuando este periódico se puso en contacto con él con motivo de este primer aniversario, lo único que quiso expresar desde su refugio asturiano fue la siguiente reflexión: «Aquel día fue el más grande de mi vida y posiblemente lo seguirá siendo siempre».

El Valencia le ha marcado para siempre. Para bien. Pero Lim también. Y para no tan bien. No fue esa destitución la única que ha vivido en su trayectoria este entrenador, que en Villarreal fue despedido a primeros de agosto (2016). En el Valencia, Murthy le comunicó el despido antes de la cuarta jornada del campeonato (2019-20) con explicaciones demasiado vagas que no fueron ni mucho menos del agrado del aficionado. «No dice ni una verdad ni al médico», reflexionaba irónicamente un técnico del club sobre el presidente blanquinegro poco tiempo después de que todo el proyecto saltara por los aires. La espuma de la Copa le sirvió de poco al entrenador, un hombre que pese a su exagerada obsesión por controlar y decidir todo, supo generar una 'Marcelinodependencia' positiva que tuvo como recompensa el éxito de Sevilla. Marcelino y Benítez en ese sentido tienen mucho que ver, son entrenadores que abarcan y controlan tanto que si no alcanzan los objetivos pueden llegar a crear una asfixia colectiva a todos los niveles de la institución.

El vestuario del Valencia tuvo una extraordinaria fe en Marcelino y se sumó con decidida voluntad a la causa. Sobre todo desde aquella eliminatoria contra el Getafe resuelta de manera heroica en Mestalla y que supuso, a la postre, el principio del fin de la 'etapa Marcelino'. Aquella apuesta del técnico por sus futbolistas de confianza fue lo que, en su opinión, revolvió las tripas de Lim.

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