Fernández, Larreta y las adquisiciones sin licitación que crecen
La mitad de lo que compran es por contratación directa. Ambos tienen el paraguas legal que les dio el Poder Ejecutivo. En dos meses hubo denuncias y detenciones por sobreprecios y por compras direccionadas.
by Javier ÁlvarezIncluso antes de que se declarara la pandemia por Covid-19 el pasado 11 marzo, el Estado nacional había comenzado a comprar insumos sanitarios y alimentarios para atender la mayor demanda que se venía por una crisis imprevisible. Y luego se fueron sumando las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
En un escenario de emergencia extrema como nunca se había visto en 100 años, el Gobierno nacional y la administración porteña pusieron en marcha compras con urgencia, lo que dio paso a contrataciones extraordinarias sin licitación o compulsa, con procesos que pretenden ser transparentes, pero igual dan lugar a situaciones que generan sospechas.
En ambos casos hubo dolores de cabeza para los líderes políticos. El Presidente y jefe del Frente de Todos, Alberto Fernández, por un lado; el jefe de Gobierno porteño y figura preponderante hoy en Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, por el otro.
En ambos lados, sus ministros y colaboradores explican lo mismo: las compras directas crecen en proporción en el gasto público porque la pandemia no da tiempo a procesos muy largos y el sistema sanitario necesita insumos.
Tampoco la gente puede esperar mucho en los barrios para comer, indican.
Escándalos
A principios de abril, Fernández tuvo que echar a 15 funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social. Fue por una compra masiva de alimentos con sobreprecios. Las adquisiciones se suspendieron y fueron relicitadas.
Los precios a los que se compró estaban por encima de los valores de referencia que establece la Sindicatura General de la Nación.
La gestión de Mauricio Macri compraba de la misma manera en situaciones de emergencia. Pero Fernández no quiso complicaciones.
A sabiendas de los casos de corrupción que marcaron a gestiones anteriores del kirchnerismo –por los que hay exfuncionarios condenados–, Fernández ordenó echar a los responsables y extremar el control interno, y se establecieron precios máximos.
Además, el Ministerio del Interior y la Oficina Anticorrupción (OA) trabajan en un programa para establecer nuevos estándares de transparencia en lo que se refiere a todo el gasto público nacional, según informaron fuentes oficiales a este medio.
A mediados del mismo mes, Rodríguez Larreta desplazó a dos funcionarios que compraron barbijos con sobreprecios, con un contrato por 5,4 millones de pesos, a una empresa en la que es socia la media hermana del jefe de Gobierno, Ximena Vallarino Alfaro Díaz Alberdi.
Un mes después, el 17 de mayo, el portal Infobae reveló en una investigación que la Ciudad le compró por contratación directa cinco millones de barbijos por 340 millones de pesos a una empresa a la que le adelantó 162.350.000 pesos sin que el producto fuera entregado.
Días después, la jueza criminal y correccional Paula González hizo detener por presunta estafa a un farmacéutico involucrado en la millonaria venta de barbijos a la ciudad, acusado de ser el intermediario que firmó un contrato con la empresa E-ZAY.
Sistemas similares
Tanto la Nación como Caba tienen un portal web de acceso público en el que se publican las compras realizadas. Estos se rigen por el generador electrónico de documentos oficiales (Gedo), que no permite la posdatación.
Por ese sistema, se realizan todas las contrataciones registradas. Incluye tanto el envío de pedidos de cotización a decenas de proveedores inscriptos ante las autoridades como las distintas instancias de la compra pública.
Las dos jurisdicciones tienen habilitadas las reparticiones para que puedan realizar licitaciones públicas sin límite de monto, con o sin subasta inversa electrónica; licitaciones privadas; contrataciones directas, y también otras adquisiciones.
Para las compras directas, Fernández tiene el paraguas legal que le dio el Congreso a través de la emergencia económica y sanitaria legislada en diciembre. Rodríguez Larreta cuenta con la Ley de Emergencia Económica sancionada por la Legislatura porteña el 7 de mayo.
Estado nacional
En ese contexto, La Voz relevó 501 procedimientos de compras puestos en ejecución por el Gobierno nacional en los últimos 30 días.
De ellas, el 45,5 por ciento son compras directas, el 46,1 por ciento son licitaciones privadas y el 8,4 por ciento son licitaciones públicas.
El 91 por ciento de los procesos relevados tienen como objetivo la adquisición de insumos sanitarios o de alimentos para atender la dramática situación que genera la cuarentena con la que se busca contener la propagación del Covid-19.
De ese total, 59 compras ya fueron adjudicadas; 20 fueron dejadas sin efecto por inconveniencia de precios; 25 se declararon desiertas por falta de oferentes; 166 están disponibles para adjudicar; 281 están en apertura; 44 se encuentran preadjudicadas, y el resto está pendiente de análisis o afectación.
Capital Federal
También en un mes, la ciudad de Buenos Aires abrió 490 procesos de compra que fueron relevados por este diario. Entre ellos, 180 ya fueron adjudicados y están registrados con los precios abonados. El 95% del total es para dotar de recursos a los hospitales.
El resto se encuentra en distintas etapas, como, por ejemplo, en apertura, en evaluación, pendiente de análisis, disponible para adjudicar o preadjudicado, mientras que 43 fueron dejados sin efecto.
De las 490 compras, el 48,8% son “contrataciones menores” (sin compulsa o licitación), el 31,63% son compras directas y el 19,57% restante son adquisiciones realizadas por licitación pública nacional.
Al menos 12 compras tuvieron que ser declaradas desiertas por la administración porteña debido a que no se consiguieron oferentes para los productos buscados, como medicamentos, fundas estériles y guantes plomados para diagnósticos por imágenes, entre otros.
En la ciudad existen 13 grandes hospitales generales de agudos, dos pediátricos, 19 especializados y otros 77 centros médicos barriales y centros médicos de salud para la atención de urgencias.
Corruptos: Identificados
“Nosotros no somos ladrones, no somos corruptos. Si un corrupto se infiltra, lo identificaremos y lo sacaremos del Gobierno. Eso es así, así debe ser. El ministro ya tomó acciones sobre lo que pasó. Eso que pasó no puede pasar nunca más”, dijo el pasado 8 de abril el presidente Alberto Fernández. Fue días después de que se conoció el escándalo de sobreprecios.
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