Columna: Todo sobre el Islam. Las Pruebas y Tribulaciones

La incertidumbre sobre el futuro, así como el presente encierro ha llevado a una mayor incidencia de la violencia doméstica y a un preocupante aumento de los problemas de salud mental.

El mundo está pasando por tiempos difíciles.

La incertidumbre sobre el futuro, así como el presente encierro ha llevado a una mayor incidencia de la violencia doméstica y a un preocupante aumento de los problemas de salud mental.

Una pregunta escucho muchas veces es si todo esto es un castigo de Dios.

Respondo que no parece ser el caso, sino que parece que las pandemias como estas siguen un ciclo predeterminado. Sin embargo, nosotros como musulmanes áhmadis creemos que todos esos sucesos tienen un propósito general más profundo: dirigir nuestra atención hacia Dios y para reconocer al Mesías de la época, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as).

Las pruebas y tribulaciones son necesarias para el desarrollo espiritual.

Hazrat Ahmad (as) explica: Como se indica en el versículo siguiente, las tribulaciones son necesarias: ”¿Piensan los hombres que serán dejados solos porque dicen: “Creemos” y que no serán puestos a prueba?” Al’lah el Sublime declara que los que dicen: “Nuestro Señor es Al’lah’”, y luego permanecen firmes, los ángeles descienden sobre ellos.

Los comentaristas del Sagrado Corán han errado en su creencia de que los ángeles descienden sólo cuando una persona está a punto de exhalar sus últimos suspiros esto no es verdad. En realidad, aquellos que limpian sus corazones, y mantienen sus almas libres de la suciedad y la impureza que alejan a la persona de Al’lah desarrollan la capacidad de recibir la revelación.

Empiezan a recibir revelación divinia.

Luego, en otro ejemplo, Al’lah habla de la grandeza de los que son justos en las siguientes palabras: “He ahí que los amigos de Al’lah no tendrán, en verdad, temor, ni serán afligidos.” Es decir, los amigos de Al’lah no sienten ningun aflicción.

Al que Dios sea su Protector, no sufre ninguna dificultad.

Nadie puede dañar a esta persona, oponiéndose a ella, si Dios se convierte en su amigo. Entonces, dice Al’lah:h “…y regocijaos en el Jardín que os fue prometido.” Es decir, regocíjense por el paraíso que se les ha prometido.

Las enseñanzas del Corán indican que hay dos paraísos para la humanidad.

¿Cómo puede una persona que ama a Dios vivir una vida infernal? Si incluso el amigo de un funcionario del gobierno goza en este mundo de una especie de vida celestial a causa de sus relaciones mundanas, ¿por qué entonces no deben abrirse las puertas del cielo a los que son amigos de Al’lah? Aunque el mundo está lleno de dificultades y aflicciones.

¿Quién puede conocer el placer que experimentan los amigos de Al’lah? Si realmente sufrieron de tales circunstancias, incluso media hora de tal dolor sería difícil de soportar, y sin embargo, siguen soportando tales dificultades durante toda su vida.

Incluso si se les ofrecen grandes reinos para impedirles llevar a cabo su misión, no escuchan tales ofertas. Aunque caigan sobre ellos montañas de aflicción, no se apartan de su objetivo.

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Teniendo en cuenta su consejo, estos días deberían ser días de reflexión sobre los signos de Al’lah.

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Que Al’lah nos guíe a su verdadero camino.