Coronavirus: una desescalada llena de dudas en Rusia
euronews_icons_loading
Cuando la pandemia de la COVID-19 se extendió por Rusia, Hristofor Zemlyanika decidió que quería ir al frente para combatirla. Hace dos semanas comenzó a trabajar como ayudante en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Moscú. Mientras la mitad del país entra en una nueva fase de la desescalada, los pensamientos y preocupaciones de Hristofor Zemlyanika están puertas adentro:
"Siete personas han muerto en estas dos semanas en nuestra unidad de cuidados intensivos. Me preocupa especialmente una mujer. Al principio pensé que era muy vieja, pero miré sus documentos y, Dios mío, ¡solo tiene 50 años! Parecía que se iba a recuperar, pero volvió a caer en coma y empezó a sangrar internamente. Ahora está en estado crítico", explica.
Aunque Rusia se ha convertido en el segundo país con más infectados de todo el mundo, con más de 353.000, Vladímir Putin ha comenzado a suavizar las restricciones impuestas para frenar la propagación de la pandemia. El confinamiento nacional, que duró 6 semanas, terminó el 12 de mayo, pero no significó el regreso a la vida normal. El presidente ruso dejó la responsabilidad de la desescalada en manos de las autoridades regionales, para que decidieran el cómo y el cuándo levantar las medidas. No todos piensan que ha llegado el momento de hacerlo.
"Nuevos pacientes siguen llegando a los hospitales de Moscú día y noche. El confinamiento en el epicentro de la pandemia continúa. Según el alcalde de la capital, Moscú sigue en grave riesgo", comenta nuestra corresponsal Galina Polonskaya.
El confinamiento en Moscú ha sido prorrogado hasta, por lo menos, finales de mayo. Además, el uso de mascarillas y guantes es obligatorio en los espacios públicos.
Pero donde se libra la batalla más encarnizada es en los hospitales. Andréi Kondrashov se ofreció como voluntario para trabajar en una clínica privada transformada en un hospital para pacientes de COVID-19:
"Todavía hay muchos pacientes. No hay menos que antes. Muchos doctores han enfermado, no solo aquí, en general, a nivel mundial. Algunos incluso han muerto”, lamenta.
Según los datos oficiales, en Rusia han fallecido menos de 3.700 personas por la COVID-19 y la mortalidad general del país en los primeros cuatro meses del año es inferior a la de 2019.