Covid-19: Japón levanta estado de emergencia pero insta a la prudencia
La estrategia desplegada por el gobierno para combatir el virus ha generado críticas, en particular a causa de los pocos test PCR realizados a la población, unos 270.000, lo que significa la tasa per cápita más baja entre los países industrializados y se prepara para su peor recesión desde 2015.
by Giselle SaureEl primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció este lunes el levantamiento del estado de emergencia por la epidemia de Covid-19 en las últimas regiones del archipiélago en que seguía vigente, incluida Tokio, pero insistiendo en mantener la cautela.
“Hemos tenido un criterio muy estricto para levantar el estado de emergencia. Juzgamos que cumplimos con ese criterio. Hoy levantaremos el estado de emergencia en todo el país”, dijo Abe en una conferencia de prensa retransmitida por la televisión.
El gobierno nipón declaró el estado de emergencia el 7 de abril en Tokio y seis regiones más, antes de ampliarlo a todo Japón en un contexto de fuerte aceleración del número de nuevos casos diarios de coronavirus desde fines de marzo.
Inicialmente prevista hasta el 6 de mayo, la medida fue prolongada hasta el 31 de este mes, aunque el descenso en los nuevos casos incitó al gobierno a levantarla de manera anticipada el 14 de mayo en 39 de las 47 prefecturas del archipiélago, y el jueves en Kioto y Osaka.
Con 126 millones de habitantes, el país asiático registraba hasta el domingo 16.581 casos declarados de coronavirus desde el inicio de la pandemia, una cifra que aumentó en sólo 31 contagios en las últimas 24 horas, y 830 decesos.
En el caso de Japón, el estado de emergencia no permite al país imponer confinamientos como en Europa o Estados Unidos, sino simplemente aconsejar a la población quedarse en sus hogares y a los comercios mantener las cortinas bajas, lo que ha sido la tónica en las últimas semanas en todo el país.
No obstante, Abe pidió prudencia y adaptarse a “una nueva normalidad” para seguir evitando tres situaciones específicas: los lugares cerrados, o repletos de gente y los contactos cercanos.
“Si bajamos la guardia, la infección se propagará rápidamente (…) debemos mantenernos atentos”, advirtió. “Es necesario crear una nueva forma de vida, debemos cambiar nuestra manera de pensar a partir de ahora”.
A pesar de que el país no ha sufrido las oleadas de contaminación ocurridas en Europa, Estados Unidos y más recientemente en Brasil, la estrategia desplegada por el gobierno japonés ha generado críticas, en particular a causa de las pocas pruebas realizadas, unas 270.000, lo que significa la tasa per cápita más baja entre los países industrializados, según Worldometers (sitio que establece estadísticas en tiempo real).
La paralización casi por completo de la economía entre los principales socios comerciales del archipiélago y el descenso del consumo en el país a causa del estado de emergencia, sumado a los efectos del reciente aumento del IVA, decretado a finales de 2019, sumergió a Japón en su primera recesión desde 2015.
Abe presentó un plan para recuperar la economía de un monto de un billón de dólares, lo que incluye la distribución de 100.000 yenes por habitante para impulsar el consumo.
Pero, además tiene que enfrentar la desconfianza provocada por su manejo de la crisis. Un sondeo publicado este lunes por el diario Asahi Shimbun le atribuye apenas el 29% de opiniones positivas, el nivel más bajo desde que asumió funciones, en 2012.