Infantino pudo mentir para justificar un viaje en jet privado

Según ‘Süddeutsche Zeitung’, el presidente de la FIFA justificó un vuelo entre Surinam y Suiza para acudir a una cita con su homólogo de la UEFA que no tuvo lugar

El periódico alemán ‘Süddeutsche Zeitung’ ha acusado a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, de haber mentido para justificar un vuelo en jet privado en abril de 2017 entre Surinam y Suiza. El viaje, cuyo costo fue según SZ de seis dígitos, fue aprobado por la autoridad responsable de controlar los gastos de la FIFA.

En el vuelo privado, alquilado por la FIFA tras el aplazamiento del vuelo comercial reservado con la compañía KLM, habrían viajado Infantino y su mano derecha, el sueco Mattias Grafström.

Según SZ , Grafström dijo que Infantino tuvo que regresar a Suiza por una reunión programada para el 12 de abril, a las 2 de la tarde en Nyon, con el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. Esta reunión fue seguida por otra en Ginebra.

Ni FIFA ni UEFA quisieron pronunciarse al respecto

Sin embargo, el 12 de abril, Ceferin estaba en un viaje oficial a Armenia y no podía estar en Nyon, como demuestran los sitios web de la UEFA y de la Federación Armenia de Fútbol. ‘Le Monde’ trató de contactar con la UEFA, pero esta declinó y al medio galo la información de que tal reunión tuviera lugar ese día le llegó por otro canal. Cuando se le preguntó a la FIFA, esta no respondió, solo afirmó que el “ vuelo mencionado cumple con las reglas de la FIFA”.

Precedentes: a Rusia y Qatar, también en vuelo privado

Este no sería el único precedente de un vuelo privado de Infantino en lugar de un vuelo comercial. En mayo de 2016, Le Monde detectó que habría viajado en vuelo privado a Rusia y Qatar, lo que habría supuesto un gasto de entre 107.00 y 139.000 euros. Infantino habría ido a Moscú en un avión alquilado por el gobierno ruso (el país iba a organizar la Copa del Mundo en 2018), luego se habría ido a Doha en un avión de la compañía Gazpromavia, subsidiaria de Gazprom, a su vez patrocinador de FIFA.

El código de ética de la FIFA prohíbe que los empleados del organismo reciban obsequios de ‘socios’ . El 22 de abril de 2016, Infantino habría regresado a Zurich, procedente de Doha, en un avión apoyado por Qatar, país anfitrión de la Copa del Mundo en 2022. Siempre según Le Monde, habría elegido tomar un vuelo privado en lugar del reservado por la FIFA para llegar a tiempo a una cita con el fiscal general suizo Michael Lauber.

En septiembre de 2015, los viajes en jets privados provocaron la caída de Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA durante el reinado del presidente Sepp Blatter (1998-2015).