Hyundai Ioniq híbrido: La ecología, ahora más accesible
La apuesta medioambiental de la marca coreana se pone al día en tecnología y diseño para convertirse en uno de los coches limpios más asequibles, además de aprovechar las nuevas ofertas de la firma
by ALEX ADALIDLa tecnología híbrida llegó la mercado en 1996, y a pesar del éxito de ventas en la principal marca japonesa, los fabricantes europeos no siguieron su estela, debido a una normativa continental que hacía más rentable invertir en diésel, mucho más contaminante, pero al final la lógica ha impuesto y el presente y el futuro es de los coches de bajas o nulas emisiones.
Los híbridos hubieran sido el camino correcto para todos, pero es un trayecto que sólo han tomado las marcas orientales, primero Toyota y su división de lujo Lexus y ahora, con mucha fuerza, el grupo que forman las coreanas Hyundai y Kia, además de versiones en marcas como Ford y Honda.
El Ioniq fue el primer modelo 'eco' de Hyundai, un coche nacido y diseñado para mecánicas ecológicas, algo que se nota en todo: aerodinámica muy cuidada, un tamaño mitad de camino entre compacto y berlina para captar ventas de ambos segmentos y un toque tecnológico en lo que concierne al diseño. La gama cuenta con versiones híbrida, híbrida enchufable y cien por cien eléctrica, y se ha puesto al día con algunos retoques en diseño, ayudas a la conducción y tecnología multimedia.
Por fuera es más atractivo, con retoques en parrilla, luces delanteras y trasera o llantas. El resto del coche no cambia, estamos ante un cinco puertas de amplio portón trasero, buen espacio interior y maletero de 450 litros.
Mayor tecnología
Por dentro el Ioniq estrena algunas de las novedades ya vistas en el Kona híbrido, su 'hermano' en tecnología, aunque con atractivo formato de SUV urbano. La pantalla central de la consola es más grande e integra más funciones, con gran claridad de uso. El cuadro de mandos es ahora digital y hay pequeños cambios en tapizados y texturas, pero no en el motor. El 1.6 gasolina de 101 CV se une a otro motor eléctrico para una potencia conjunta de 140 CV.
El Ioniq recupera energía en las frenadas, energía que utiliza al acelerar o mantener la velocidad. Nuestros trayectos han sido exigentes. Por ejemplo, un fin de semana en familia con mucha carga y por autovía, donde el sistema híbrido apenas trabaja y el resto de la mecánica sufre para mantener buenos promedios de velocidad. Aún así, el Ioniq 'protege' su consumo, de poco más de 6,5 litros en las peores circunstancias posibles. En ciudad o el extrarradio es un coche mucho más cómodo y placentero, porque el silencio sí es relevante y el coche se mueve de forma eléctrica gran parte del tiempo. Si adaptamos nuestra conducción al tipo de mecánica híbrida, anticipando frenadas y suavizando las aceleraciones, el Ioniq mejora sus consumos y nos encontramos promedios que rondan los cinco litros, similar a los de un diésel de su categoría.
Máximo equipamiento
Hyundai añade en la versión Style, la más equipada, todas las medidas de ayudas a la conducción en carretera, que funcionan muy bien en este coche que se convierte en semi-autónomo. El volante gira solo en las curvas y marca bien el centro del carril, el radar delantero anticipa y reconoce muy bien los coches, el sensor de coches en el ángulo muerto nos avisa con buena antelación e incluso, si el coche de delante en un semáforo sale y no nos hemos dado cuenta, un leve pitido nos avisa de la maniobra.
En el equipamiento hay detalles premium como asientos de cuero calefactados y ventilados, volante calefactable, climatización solo para el conductor, bizona o para todo el coche... tapicería de cuero, de manera que la tarifa de la versión tope de gama se acerca a los treinta mil euros, aunque la mecánica es la misma que en el Ioniq híbrido de 22.000 euros.
La ventaja final llega con la etiqueta eco, que certifica sus bajas emisiones y que hacen de este Ioniq una buena compra en la situación actual del mercado, en el que las limitaciones en grandes ciudades comenzarán a ser habituales en pocos años.