Pablo Iglesias pierde su condición de perjudicado en el 'caso Villarejo'
El juez considera que el vicepresidente del Gobierno no puede considerarse ofendido ni buscar responsabilidad penal por la información publicada del móvil robado a su asesora
by MATEO BALÍNEl vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias ha perdido hoy su condición de perjudicado en el 'caso Villarejo'. El juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Manuel García-Castellón, ha aceptado la petición de la Fiscalía Anticorrupción y ha retirado al líder de Podemos la posibilidad de ejercer la acusación particular en la pieza separada que investiga el robo del móvil de su entonces asesora, Dina Bousselham, y el uso posterior de sus datos en diversas informaciones periodísticas.
El movimiento procesal del juez llega después de que la semana pasada declarara en el juzgado la propia víctima de la sustracción. Según dijo Bousselham, Iglesias le devolvió la tarjeta de su móvil después de que el contenido íntimo de la misma fuera publicado en los digitales El Confidencial y OK Diario y en el diario El Mundo, en verano de 2016.
Al secretario general de Podemos se la entregó en enero de ese año el presidentre del Grupo Zeta, Antonio Asensio, que a su vez le había llegado de los responsables de la revista del mismo grupo, Interviú, que en su caso no publicó nada al respecto.
«En este momento dicha condición resulta insostenible toda vez que las diligencias practicadas no han permitido concretar en qué medida resulta ofendido o perjudicado de infracción penal alguna, pero además, las contradicciones desgranadas a lo largo de esta resolución exigen un esfuerzo investigador que resulta incompatible con la posición procesal pretendida», subraya el auto sobre la pérdida de la condición de perjudicado de Iglesias.
Cronología de hechos
En suma, el citado móvil de Bousselham fue robado en un centro comercial en noviembre de 2015. Posteriormente la tarjeta de ese dispositivo llegó a Interviú (sospechan los investigadores que de la mano del comisario preso José Manuel Villarejo). La revista no publicó nada por el contenido intimo de las fotos y las conversaciones, y le dio la tarjeta a Asensio. Éste citó a Iglesias y se la dio en mano en enero de 2016. En el verano siguiente, a través de una copia de la memoria y por mediación supuestamente de Villarejo, los citados medios sí publicaron parte de su contenido. Y la víctimas del robo, Bousselham, se enteró entonces del destino final de sus archivos.
Sin embargo, ésta no ha sabido hasta ahora que Iglesias tenía su tarjeta del móvil robado desde varios meses antes. ¿Por qué no se la dio? Esa es la pregunta sin respuesta que ha llevado a los fiscales, primero, y ahora al juez a retirar al vicepresidente del Gobierno su condición de perjudicado de la presunta revelación de secretos.
De la tarjeta del móvil se publicaron fotos, conversaciones internas y privadas de los líderes de Podemos de 2014, entonces en pleno auge electoral, y se usó su contenido para construir además el informe policial apócrifo de Pablo Iglesias Sociedad Anónima (PISA), que relacionaba al partido morado con el gobierno venezolano y la financiación chavista o del régimen iraní. Un documento que fue llevado a la justicia y que el Tribunal Supremo archivó.