Facciamo finta che tutto va ben

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China, más que factores internos, puede estar empujando a Francia y Alemania a impulsar el germen de la Unión Fiscal a través de su propuesta de deuda mutualizada. Esta semana hace su propuesta la Comisión Europea.

Con el antecedente de la propuesta efectuada el lunes 18 de mayo por los líderes de Francia y Alemania de la constitución de un fondo europeo para la recuperación de €500 mm, el miércoles de esta semana la Comisión Europea tendrá que presentar su propio plan, seguramente inspirado en la propuesta francoalemana y con la vista puesta en su aprobación en el Consejo Europeo de los días 18 a 20 de junio. Todos los estados de la UE habrían de aprobar el plan, incluidos los cuatro países (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca) que más rechazo han mostrado hasta la fecha a cualquier tipo de ayuda no reembolsable. Este fondo revestiría la primera forma de mutualización de deuda europea a través de una emisión a largo plazo y podría ser adquirida por el BCE a través de sus actuales programas de compra de deuda soberana (PSPP) y de compras de emergencia a causa de la pandemia (PEPP). Incluso en el caso de que se diese este primer paso, mucho más importante por su significado que por su volumen, su puesta en práctica llevaría un tiempo, de modo que el BCE tendrá que seguir atendiendo a las dificultades actuales y por lo tanto es probable que incremente los límites del PEPP, tanto en importe como en duración, ampliándolo en €500 mm [actual €750 mm] y prorrogándolo nueve meses más, hasta septiembre de 2021, en su reunión del 4 de junio.

TENSIÓN ENTRE EEUU Y CHINA

No puede decirse que los mercados estén mostrando especial sensibilidad a iniciativas políticas que consideran que no pueden tener un impacto inmediato, pero sin duda la propuesta es trascendente para el futuro de la UE que pondría así en marcha el germen de la Unión Fiscal. Las enormes dificultades para un acuerdo de esta naturaleza, que necesita el apoyo unánime de todos los miembros de la UE, mantienen a los mercados alejados de este foco, mucho más atentos al incremento de la tensión política entre EE.UU. y China, a raíz de la nueva regulación de seguridad sobre Hong Kong que, esta sí, ha tenido un impacto en el comportamiento de muchos activos en la segunda parte de la semana pasada. El propio par Eur/Usd, respondía a esta tensión con una significativa apreciación del dólar en los días finales de la última semana.

CHINA, EL MAS AMIGABLE

China está actuando en muchos frentes para frenar las iniciativas de diversos países occidentales que acusan a los asiáticos de una gestión oscura en la pandemia; y trata de mantener su influencia. La situación en Europa respecto a China es particularmente compleja, y la iniciativa del fondo francoalemán no puede desvincularse del enorme interés chino en la EU, que está siendo causa de división interna. Por su participación en la iniciativa Belt and Road y como único signatario europeo, Italia podría ser el más perjudicado por los límites que la UE pretende imponer a la inversión extranjera que probablemente se acentuarían en el caso de que la UE aprobase la iniciativa francoalemana. Por su parte el interés de China en Europa está basado en que ya es el segundo socio comercial de la UE, y la UE el primero para China. Las simpatías de la población italiana hacia China, a la que consideran el país extranjero más amigable, contrasta con el creciente desinterés hacia la UE. Hace dos años, el 65% de la población quería quedarse en la UE, frente al 26% a favor de abandonarla. Hoy esa opinión es de un 44% a favor de quedarse y un 42% de abandonarla. Mas pendientes de la tensión entre norteamericanos y chinos, los mercados no responden, aún, a la marcha del conflicto de intereses entre europeos y chinos, batalla que probablemente esté ayudando a configurar el futuro de la UE y del propio euro.