¿Trabajar desde casa para siempre? Aún no hay consenso
El director ejecutivo de Shopify Inc., Tobi Lutke, dijo que su compañía de software de comercio electrónico permitirá a sus empleados trabajar desde sus casas indefinidamente y agregó que espera que la mayoría de su personal trabaje de manera remota en el futuro.
Por Tae Kim
El movimiento por el trabajo desde el hogar está ganando fuerza en Silicon Valley a medida que una serie de empresas, grandes y pequeñas, adoptan políticas de trabajo remoto más allá de la pandemia. Pero incluso cuando algunos ejecutivos elogian sus virtudes, otros líderes de la tecnología no están tan seguros, lo que abre una brecha creciente dentro de la industria sobre el futuro del trabajo. Es un debate respetable.El jueves, el director ejecutivo de Facebook Inc., Mark Zuckerberg, anunció que su compañía comenzará a permitir que algunos empleados existentes trabajen desde sus hogares de forma permanente. Dijo que Facebook también “abrirá gran cantidad de vacantes de trabajo remoto” para el puestos de ingeniería en áreas donde no tiene una oficina y dijo que hasta 50% de los empleados de la compañía podrían trabajar de forma remota en 10 años. De manera similar, el director ejecutivo de Shopify Inc., Tobi Lutke, dijo que su compañía de software de comercio electrónico permitirá a sus empleados trabajar desde sus casas indefinidamente y agregó que espera que la mayoría de su personal trabaje de manera remota en el futuro. “Terminaron los días del trabajo centrado en la oficina”, publicó el ejecutivo redes sociales. Las dos compañías se unen a Twitter Inc., que dijo la semana pasada que también permitirá a sus empleados trabajar desde sus hogares como una práctica habitual.
No todos en del sector de la tecnología lo comparten. El director ejecutivo de Take-Two Interactive Software Inc., Strauss Zelnick, dijo en una teleconferencia con inversionistas esta semana que cree que cuanto más tiempo se vea obligado a trabajar desde su casa, más difícil sera tener una gran productividad sostenida, y agregó que “no hay sustituto para la colaboración entre las personas y la conexión”. Por su parte, el director ejecutivo de Microsoft Corp., Satya Nadella, expresó su preocupación en una entrevista con el New York Times la semana pasada, donde señaló que las primeras métricas positivas de productividad del trabajo remoto pueden enmascarar deficiencias subyacentes, en términos de gestión y tutoría de los empleados. También expresó su preocupación por posibles problemas de agotamiento y salud mental. “Tal vez estamos consumiendo parte del capital social que habíamos creado en esta fase donde todos estamos trabajando a distancia. ¿Cómo se mide eso?”, preguntó.
Hay algo que decir sobre este rechazo. Claro, hay muchas ventajas en ofrecer flexibilidad laboral fuera de la oficina, incluida una mayor retención de empleados y la capacidad de contratar entre una base de talento más diversa en otras áreas geográficas, pero las empresas deberían darse cuenta de que la tendencia de trabajar a distancia no es una panacea. De hecho, hay inconvenientes y desafíos importantes que no deben pasarse por alto.
Como señaló Zelnick, hay beneficios no cuantificables derivados de estar en la misma ubicación física. Las reuniones programadas de videoconferencia no generan la misma creatividad espontánea que muchas conversaciones breves durante un día típico en una oficina. Y nada es mejor que las interacciones cara a cara para construir las relaciones y la confianza necesarias para persuadir a sus colegas de grandes decisiones.
Es destacable que pese a que Facebook proyecta confianza y liderazgo de pensamiento prospectivo en sus iniciativas hacia su nueva cultura de trabajo a distancia, esté implementando el cambio lentamente. Zuckerberg dijo que solo los ingenieros sénior de la compañía con buenas evaluaciones de desempeño podrán solicitar flexibilidad de trabajo remoto y agregó que será una transición medida antes de extender la política al resto de los empleados.Para ser sincera, no me sorprendería ver que muchas de estas compañías ralenticen sus transiciones al trabajo remoto. Después de todo, el mundo está a solo unos meses de este experimento masivo de trabajo a distancia. Los beneficios iniciales de productividad pueden disiparse y con el tiempo pueden aparecer consecuencias negativas significativas. Es mejor no apresurarse a tomar decisiones drásticas.