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Cigüeñas en el parque natural de losAiguamolls de l’Empordà (Pere Duran / NORD MEDIA)
Tribuna

La Agència de la Natura de Catalunya

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Tenemos un reto. Es un reto global, que afecta a todo el planeta: la degradación del medio natural y la pérdida de biodiversidad son una amenaza para la salud de las personas y para el bienestar de la sociedad.

Es también un reto generacional, porque es nuestra responsabilidad velar por el presente y el futuro no sólo del país, sino del mundo que dejamos a nuestros hijos y a nuestras hijas. Y es un reto territorial y social, porque hace falta hacer compatible la vinculación del patrimonio natural y la biodiversidad con la actividad económica y la generación de empleo y, de esta manera, luchar contra el despoblamiento del territorio.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas incluyen objetivos relevantes en el ámbito de la biodiversidad, vinculando explícitamente por primera vez el desarrollo sostenible con la conservación del patrimonio natural. En Europa, la Unión Europea ha previsto la estrategia sobre biodiversidad hasta el 2030. Al mismo tiempo, Catalunya ha establecido su propia Estratègia de Patrimoni Natural i la Biodiversidad 2030, que fija entre sus líneas de actuación prioritaria la creación de la Agència de la Natura.

Con relación a su superficie, el territorio catalán es enormemente rico en biodiversidad, con más de cuatrocientas especies de animales vertebrados, más de diez mil especies de animales invertebrados y más de cuatro mil plantas vasculares. El 32% del territorio catalán está protegido por el Pla d’Espais d’Interés Natural (PEIN) y constituye una red que hace falta planificar, ordenar y gestionar adecuadamente, con la colaboración de todas las administraciones y de los propietarios, y en armonía con las políticas sectoriales que inciden y regulan el amplísimo abanico posible de la actividad humana sobre el territorio, especialmente las agrarias, ganaderas, forestales, marítimas y las de ordenación del territorio y el urbanismo.

El cálculo para Catalunya del índice Planeta vivo evidencia una grave tendencia regresiva, con una disminución del 22% de las poblaciones de 258 especies de vertebrados e invertebrados para el periodo 2002-2016. Las pérdidas de biodiversidad más significativas se están produciendo en los hábitats agrarios, de agua dulce y litorales, como consecuencia directa de la actividad humana, y ponen en riesgo la provisión de servicios ecosistémicos básicos como la polinización, la fijación de carbono, el amortiguamiento de inundaciones, la purificación del agua o la protección de los recursos pesqueros.

El patrimonio natural es pues un rasgo distintivo de Catalunya y un activo estratégico que hace falta proteger y gestionar adecuadamente. Y en este contexto, la Agència de la Natura de Catalunya, impulsada a través de una proposición de ley desde el propio Parlament, se tiene que convertir en el instrumento para la protección y conservación del medio natural y la biodiversidad, gestionando el Fons del Patrimoni Natural procedente del impuesto al CO2de los vehículos que fijó la ley de mbio Climático, y lo hizo en la línea que marca la mencionada Estratègia del Patrimoni Natural y la Biodiversitat 2030. Así, pues, Agència, Fons y Estratègia: un triángulo sobre el que basar de forma sólida y perdurable las políticas ambientales que necesita el país.

La misión de la Agència de la Natura de Catalunya, como autoridad ambiental que sustituirá totalmente a la actual dirección general de Polítiques Ambientals i Medi Natural, será la planificación, la protección, el uso y el aprovechamiento sostenible, y la restauración del patrimonio natural y la biodiversidad, entendidos como el conjunto de elementos, recursos, funciones, procesos y ámbitos del medio en los cuales se reconoce un valor ecológico, evolutivo, ambiental, científico, paisajístico o cultural, y hacerlo con criterios de integridad, sostenibilidad, persistencia y eficiencia.

La Agència de la Natura de Catalunya será el instrumento que, a partir de su aprobación en el Parlament, dotará al Govern de la Generalitat de Catalunya de más capacidad para hacer frente a alguno de los conocidos Objetivos de Desarrollo Sostenible ( ODS) aprobados por las Naciones Unidas. Con esta iniciativa, Catalunya seguirá los pasos iniciados por otras democracias con una gran tradición en la protección del patrimonio natural.

Por su condición de entidad autónoma, la Agència de la Natura ganará en agilidad, eficacia y eficiencia en la gestión de las políticas del medio natural y la biodiversidad y será una herramienta para optimizar los recursos disponibles y obtener nuevos. La Agència de la Naturaleza estará participada por el propio Govern, por las administraciones locales y por diferentes actores públicos y privados que tienen relación con el medio natural y la biodiversidad, que participarán en el proceso de toma de decisiones mediante su consejo de administración, su consejo social y su consejo científico.

Conviene desvanecer dudas y desazones legítimas: la agencia no será una nueva autoridad ambiental añadida o que duplique la todavía existente; ni cambiará competencias de los departamentos de la Generalitat, ni asumirá competencias de los ayuntamientos. Nace para poder gestionar mejor el patrimonio natural de Catalunya: para el territorio y con el territorio, para las personas y con las personas.

En un momento en que la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19 nos podría hacer olvidar que seguimos estando en emergencia climática, hace falta que liguemos la reactivación económica al despliegue de una verdadera agenda verde: transición energética, descarbonización de la movilidad y economía circular, protección y uso sostenible del medio natural y defensa de la biodiversidad: vida, en defensa de la vida.

En definitiva, la Agència de la Natura de Catalunya quiere recoger y proyectar el legado de las políticas ambientales compartidas de hace muchos años entre administraciones y sociedad civil y aspira a contribuir a la defensa de un modelo de conservación y uso sostenible de nuestro patrimonio natural, para así disponer de un país más preparado, más próspero, justo, sostenible y resiliente: un mejor país.