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Pobreza extrema. En la ciudad de Córdoba, la pobreza estructural alcanzaría a casi un tercio de los hogares, según un estudio. (José Hernández)

La etapa de focalización

Si se logra controlar la circulación del virus allí donde más posibilidades tiene de transmitirse, se habrá ganado la batalla contra el Covid-19. Casi 19 mil familias viven en asentamientos vulnerables en la ciudad.

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La actual fase de la cuarentena por el coronavirus es el momento adecuado para focalizarse en los lugares donde resulta más factible que se produzcan contagios. Ese fue uno de los conceptos clave del presidente Alberto Fernández en su último discurso, el sábado por la noche.

Esos lugares son –como el mismo jefe del Estado lo especificó– los asentamientos, las villas de emergencia y los barrios populares ubicados en los aglomerados urbanos que más población concentran.

En el caso de la Argentina, abarcan en gran medida el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), ese núcleo conformado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los primeros cordones del conurbano bonaerense.

Las condiciones de vulnerabilidad en las que viven las personas en esos sitios son extremas.

Además de la marginalidad socioeconómica que las ha forzado a habitar allí –en muchos casos, por dos o tres generaciones–, sufren una serie de imposibilidades para acceder a servicios básicos de agua, a energía, a higiene, a salud, a educación y a transporte.

Si se suma la mala o escasa alimentación, se completa el combo de condiciones por las cuales se transforman en los grupos más vulnerables en la lista de los que pueden padecer los estragos de la pandemia.

Pese a la buena voluntad del Estado –que ha intentado mucho en términos de ayuda a pobres e indigentes, pero que no ha logrado tanto como se proponía–, están expuestos al hacinamiento y a la falta de agua corriente, lo que les imposibilita cumplir con las dos medidas esenciales para evitar el contagio: el distanciamiento social y el frecuente lavado de manos.

La provincia de Córdoba, lamentablemente, no es ajena a las situaciones de pobreza e indigencia, y también en su territorio, sobre todo en la capital provincial y en el Gran Córdoba, proliferan los asentamientos donde las condiciones de vida son análogas a las de las villas del Amba.

Conscientes de esa situación, también el Gobierno provincial y la Municipalidad de la ciudad de Córdoba decidieron focalizar sus esfuerzos en las zonas más vulnerables. Se trata de unas 19 mil familias que ya empezaron a recibir kits con elementos de higiene y de salud, además de asistencia económica y alimentaria.

La decisión parte de una lectura acertada de los datos epidemiológicos y de la experiencia de otras ciudades del mundo que han sufrido la pandemia.

Si se logra controlar la circulación del virus allí donde más posibilidades tiene de transmitirse, se habrá ganado la batalla contra el Covid-19, y el triunfo será un alivio para toda la población, de cualquier edad y de cualquier clase social.