Los “rompevidrios” no andan con fases de cuarentena para atacar

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Postal 1. Las astillas desperdigadas y el maletín que ya no está. El vehículo fue atacado de día por ladrones en un shopping de Villa Rivera Indarte.
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Postal 2. El auto atacado dentro de un "mall" de la Recta Martinoli.
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Postal 3. Los ladrones en pleno ataque, también de día, contra vehículos que estaban detenidos ante un semáforo de avenida Colón. (La Voz / Archivo)

“El sumariante judicial fue muy claro cuando me tomaba la denuncia. “Es muy corriente esto que está pasando, es normal. Estos hechos tienen de hijo a la Policía”.

La frase pertenece a Carlos Barraza, un vecino de Córdoba que se agregó al listado de víctimas de un fenómeno delictivo que parece no tener freno en los barrios de la Capital: los “rompevidrios”. En plena cuarentena, y más allá de los cambios de las fases en las restricciones de movimiento, los casos se repiten en distintos puntos de la ciudad en una inquietante seguidilla que, por ahora y por fortuna, no causó víctimas.

Ya sea ante un semáforo que se pone en rojo, o bien en la cuadra de una avenida o en la playa de un centro de compras, delincuentes están destrozando ventanillas de automóviles o de camionetas para robar pertenencias que encuentren en su interior. No interesa que las víctimas estén o no adentro.

Basta una pedrada, un trozo de metal, un golpe con el casco o el puño. Los delincuentes destrozan los vidrios, se introducen dentro del habitáculo, sustraen en segundos las cosas que hallan a mano y escapan a toda velocidad. Por lo general, estos casos son cometidos por delincuentes que andan tanto a pie como en motocicletas.

El pasado jueves al mediodía, Carlos Barraza fue atacado en una de las playas de estacionamiento del Paseo Rivera, un tradicional centro de compras del barrio Villa Rivera Indarte, en la zona noroeste de la Capital. Mientras esperaba para realizar un trámite, Barraza entró al supermercado que funciona en este predio ubicado en el cruce de Ricardo Rojas y Bodereau.

Al salir, y mientras guardaba las bolsas con las compras en el baúl, observó vidrios tirados.

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Postal 2. El auto atacado dentro de un "mall" de la Recta Martinoli.

Al mirar con detalle, se dio con la desagradable novedad de que una de las ventanillas había sido destrozada por completo. Bastó que entrara a su Toyota RAV 4 para comprobar que le habían sustraído un maletín del trabajo que, entre papeles, contenía cheques.

Tras alertar a un guardia, en instantes Barraza quedó rodeado por vigilantes, por policías y por un jefe de seguridad, quienes comenzaron a interiorizarse por lo sucedido. “El centro comercial cuenta con varios guardias, pero todos están adentro, no sé por qué”, indicó Barraza, quien añadió que, si bien fue atendido, no recibió “demasiadas soluciones”. “Me mandaron a hacer la denuncia y me dijeron que luego ‘la gente de legales’ iba a ver si me responden o no”.

No fue posible para este medio obtener una versión de lo sucedido por parte del centro comercial.

Barraza fue a hacer la denuncia a la unidad judicial que funciona en Villa Allende, donde un sumariante admitió la seguidilla de los ataques de “rompevidrios” durante la cuarentena. Y fue más allá: “Estos hechos la tienen de hijo a la Policía”.

Serie de ataques

Desde la Policía, fuentes oficiales señalaron que en los últimos tiempos se viene advirtiendo una reiteración de ataques contra rodados, ya sea en distintas esquinas semaforizadas (con las víctimas adentro) como contra coches estacionados en cuadras y en los estacionamientos de supermercados y de centros comerciales más grandes.

“La gente se está moviendo más, se van a hacer compras u otros trámites y muchos delincuentes están aprovechando esto en las calles”, comentó un comisario, quien pidió reserva.

Días atrás, también se conoció el caso de un vecino que sufrió un robo por parte de “rompevidrios” que atacaron su coche, mientras él realizaba unas compras, en el estacionamiento del Martinoli Mall, en la mencionada avenida al 7800, en el barrio de Argüello.

Indignado, el vecino viralizó su reclamo tras el ataque sufrido por parte de delincuentes que le sustrajeron objetos de valor.

Vecinos de esa zona vienen reclamando por una sucesión de roturas de vidrios en rodados estacionados en calles transitadas.

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Postal 3. Los ladrones en pleno ataque, también de día, contra vehículos que estaban detenidos ante un semáforo de avenida Colón. (La Voz / Archivo)

Fuentes policiales aceptaron que los ataques contra rodados se vienen dando en distintos puntos de la Capital. En ese punto, se citaron casos de vehículos que terminaron con ventanillas destruidas en General Paz, en Alta Córdoba, en Nueva Córdoba y en Jardín, entre otros barrios adyacentes, en la franja sur de la ciudad.

La semana pasada, se conoció un video casero que mostraba a delincuentes que intentaban destrozar ventanillas de autos detenidos por el semáforo en avenida Colón, a metros de Zípoli, un histórico cruce que es blanco de esta clase de ataques para robar.

Conocido el video, la Policía montó un operativo e informó que se detuvo a un sospechoso. Incluso, se indicó que esta persona fue atrapada in fraganti cuando intentaba cometer ataques en ese sector.

En este punto, vecinos de la Colón, entre Zípoli y el Tropezón, señalan que la avenida es un corredor permanente de ataques de “rompevidrios”. Mientras más autos estacionados hay, más simple parece ser para los delincuentes cometer esta clase de robos.

A todo esto, desde los comercios que arreglan vidrios de vehículos señalan que las roturas de ventanillas son un fenómeno que se repite todo el año en Córdoba. Algunos locales de este tipo han vuelto a tener mucho trabajo en los últimos días en la Capital.

No todo es vidrio roto: Siguen con los inhibidores

Reacción vecinal tras el robo contra un coche estacionado.

Además de destrozar ventanillas para robar objetos de valor de los vehículos, otro mecanismo que sigue a pleno en las calles de Córdoba es el inhibidor de alarmas.

Se trata de un handy que, al ser accionado, interfiere con la activación de las alarmas y con el cierre centralizado. La víctima cree haber dejado su coche cerrado, cuando no es así. Días atrás, vecinos de la Recta Martinoli, en cercanías del colegio La Salle, persiguieron y detuvieron a un sospechoso de haber robado pertenencias de un coche estacionado. La Policía llegó y se lo llevó preso. Vecinos del sector se quejaron porque, según aducen, a las horas fue liberado por la Justicia.