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Kiko Huesca

ERC exige a Sánchez que aclare sus aliados para el resto de la legislatura

Moncloa defiende que su alianza con el PNV no corre peligro pese al pacto con Bildu

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«¿Cómo tiene planteada la legislatura el Gobierno?». Es la pregunta tramitada por ERC en el Congreso para la sesión de control de este miércoles, con la que el portavoz de los secesionistas, Gabriel Rufián, aguarda un claro desmarque de Sánchez tras su reciente acercamiento a Ciudadanos y la tormenta desatada por el acuerdo con Bildu para derogar la reforma laboral.

Esta consulta del dirigente de Esquerra al presidente del Gobierno llega una semana después de haberle alertado en el pleno de que peligra, «quizá de manera irremediable, el espíritu de la investidura». Desde entonces. Moncloa se ha esforzado en circunscribir sus acuerdos con Ciudadanos, formación incompatible con los independentistas, a la votación del estado de alarma, garantizando que los pactos alcanzados con otras fuerzas durante la investidura, como la mesa de diálogo, siguen en pie.

Junto con ERC, el otro grupo político sobre el que se ha venido apoyando Sánchez en las votaciones fundamentales de esta legislatura es el PNV, que a diferencia de los catalanes, sí votó a favor de la última prórroga. Sin embargo, la ocultación del pacto a tres bandas entre el PSOE, Podemos y EH Bildu hasta última hora motivó el enfado de los vascos. Unos días atrás su presidente, Andoni Ortuzar, manifestó que los niveles de confianza de su partido en el Gobierno ya habían alcanzado la «reserva». Ayer fue Íñigo Urkullu el que se despachó contra el Ejecutivo por la firma de este acuerdo con los aberzales en el que, entre otros aspectos, se comprometían a apresurarse a la derogación «íntegra» de la reforma laboral. «No fue leal», criticó el lendakari en una entrevista publicada en El Diario Vasco, lamentando que lo único que logró la coalición fue generar «una sensación de desconcierto absoluto» arriesgándose «a quebrar la confianza en la interlocución a nivel político, en los mercados internacionales y la Unión Europea».

Moncloa pretende ahora reactivar los lazos con estos dos grupos políticos, sin cuya colaboración le resultará casi imposible articular una mayoría en la Cámara Baja. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se apresuró ayer a reivindicar su «alianza» con los jeltzales como «estable», aunque no acaban de tenerlas todas consigo, como prueba el giro emprendido por el Gobierno en los últimos días respecto al estado de alarma. Hasta el momento Sánchez siempre reivindicó la necesidad de extenderlo hasta finales de junio, pero la dificultad de sacar adelante una nueva votación ha motivado que Moncloa explore ahora otras posibilidades para rematar el proceso de desescalada. Ayer Sánchez trasladó en su conferencia con los presidentes autonómicos la posibilidad de aplicarlo solo en los territorios en fase 2, y no en el conjunto del país, buscando allanar el camino del PNV al sí, un apoyo que se antoja más caro de lo habitual, especialmente con las autonómicas a la vuelta de la esquina.