Netanyahu se sienta en el banquillo por corrupción: «Quieren derrocarme»
El primer ministro israelí acusó a «la izquierda» de buscar en los juzgados lo que no ha logrado en las urnas
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunció antes de sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio que afronta por corrupción, que su proceso judicial tiene como objetivo «derrocar al Gobierno».
«Lo que se está juzgando es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mí y al bloque de la derecha», dijo Netanyahu, quien acusó a «la izquierda» de buscar en los juzgados lo que no ha logrado en las urnas en la más de una década que lleva él en el poder.
En su opinión, fiscales, policías y medios se han unido para fabricar acusaciones falsas y llegar finalmente al juicio que empezó este domingo. «No hay límites» en los intentos de sacarme del Ejecutivo, afirmó Netanyahu, quien agradeció el apoyo que ha recibido y aseguró que son muchos los que le han transmitido que «todos saben exactamente lo que ha pasado aquí: funcionarios en la policía, fiscales y los medios están intentando acabar con el Gobierno en contra de la voluntad del pueblo».
El jefe del Ejecutivo, rodeado de diputados de su partido Likud y de ministros, defendió que el juicio se retransmita en directo para que el público vea y escuche directamente lo que ocurre, y no «a través de los reporteros»
Netanyahu está acusado de los delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza y se le imputa la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.
El jefe del Gobierno, el primero en activo que afronta un proceso judicial en Israel, sugirió que los testigos han recibido presiones para cambiar su testimonio o estar forzados a declarar y señaló que ha interpuesto varias demandas ante el fiscal general.
Se mostró convencido de su inocencia y acusó a los «investigadores» de «inventar pruebas».