Un quinteto en la soledad de la pandemia
Cinco personas velaron por el cuidado y mantenimiento de las instalaciones del Celta durante el confinamiento
by La VozQue ahora el recinto de A Madroa esté perfecto para el trabajo y que Balaídos pueda abrirse en cualquier momento es la plasmación del trabajo de un retén compuesto por cinco personas que desde el momento que se decretó el estado de alarma velaron por el mantenimiento y cuidado de las instalaciones.
«Era una sensación de soledad al salir de casa», comenta uno de los implicados. Durante esos duros días la rutina siempre era la misma: visita y cuidado de las instalaciones y una media de tres paradas al día por parte de la policía para confirmar que se trataba de un trabajo esencial.
Durante este tiempo han sido tratados los campos de A Madroa, Barreiro y Balaídos, con sesiones de cortado de hierba dos o tres veces a la semana. De los cinco, dos operarios estaban centrados en A Madroa, otro en Barreiro, otro en A Sede y el quinto en el estadio.
Al mismo tiempo y como medida de ahorro, el club apostó por hibernar las instalaciones, lo que puede suponer un ahorro del 30 % en las partidas correspondientes.
Trabajo transversal
Pero durante este tiempo, el trabajo dentro del club también fue transversal para estos operarios. Ellos se encargaron del reparto de EPIs a todo el personal del club y a sus familias como una medida de prevención y del mismo modo hicieron entrega de las ayudas de la entidad al Hospital Álvaro Cunqueiro e incluso al centro logístico del Sergas en Negreira (A Coruña).
A día de hoy, el 90 % de los trabajadores del club continúan en la opción de teletrabajo y solo se han incorporado, además de la plantilla del primer equipo, el personal de seguridad, el de instalaciones y los dependientes de las tiendas del club.
Por otra parte, ya no quedan sanitarias en la residencia de A Sede. Un paso para la vuelta a la normalidad.