Testimonios del coronavirus

Carta de una médica: «El reto está en convencer a la población de que debe ponerse la mascarilla y evitar aglomeraciones, con eso el confinamiento sobra»

«El Gobierno obró de forma negligente y sigue haciéndolo (...) Los médicos nos hemos contagiado en número tan elevado por culpa de la falta de medidas de protección y de información»

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Yo llevo desde principios de marzo haciendo frente al coronavirus, cuando desconocíamos su presencia en nuestro país, ya que según el Ministerio de Sanidad aquí no había más que algún caso aislado e importado.

Soy médico de Urgencias desde hace varios años y he pasado todo lo que va de pandemia a pie de puerta. De hecho fui de las primeras en diagnosticar casos endémicos del SARS-CoV-2, recuerdo que el primer paciente que vi fue el 2 de marzo, sí, antes del 8M ya había casos aquí en España, endémicos, tras los casos diagnosticados en las islas de extranjeros.

Recuerdo que poco después salió el primer protocolo sobre el uso de material de protección como mascarillas, guantes, etcétera. Al principio solo te ponías la mascarilla si atendías a alguien procedente de Wuhan y del norte de Italia, si no era así solo te ponías las quirúrgicas y en aquellos días a los pacientes con dificultad respiratoria se les nebulizaba.

La prohibición de la nebulización y el uso de inhaladores vino más tarde, y no usábamos mascarillas ffp2/ffp3 (éstas últimas, las recomendadas en pacientes con nebulizadores). Luego nos dieron una mascarilla, y estuve todo el mes de marzo con ella. Fue hacia el 4 de abril cuando que nos trajeron material médico decente, incluido las EPI, que inicialmente tras usarlas teníamos que dejarlas en unas perchas para que el que entrase en el siguiente turno usara la misma sin lavar. Luego, una semana más tarde, empezaron a lavarlas.

Después de eso pasamos a tener mascarillas por semana y, siete días más tarde, una nueva por cada guardia de 17-24 horas y posteriormente hemos vuelto atrás al racionamiento, una mascarilla a la semana.

Trabajo en un hospital del centro de Barcelona, y esto es una vergüenza. He visto morir a mucha gente, algunos por culpa del coronavirus, pero también algunos por Torsades de Pointes secundarias (taquicardia ventricular) a tratamiento. He vivido todos los protocolos que se han inventado durante este tiempo, he vivido la escasez de respiradores y gente que se moría por no poder usar un dispositivo determinado. Salieron los protocolos "de la muerte" se usó una escala NIT (niveles de intensidad terapéutica), con las limitaciones por edad y comorbilidad, porque así nos lo imponían, a mayores de 65 años, nada de 70 u 80 años, si tenías 65 y comorbilidad estabas fastidiado.

Además se publicó un "protocolo de sedación Covid-19". Y eso de que el virus solo mata a personas mayores o con comorbilidades es mentira, vi morir a gente joven, recuerdo de forma especial, quizás por lo impactante, a un chaval de 20 años que hacía una semana había sido diagnosticado de Covid-19 y que tras más de tres horas de reanimación falleció. O a una chica de 18 años que falleció en circunstancias similares, y otro señor de 53, también previamente sano. En fin, no puedo contar todos los casos de fallecidos.

Pese a todo ello, a mí no se me ha hecho la PCR, ni determinación de anticuerpos por si he pasado de forma asintomática la enfermedad. Nada de nada, y aquí sigo, haciendo guardias de 17 ó 24 horas en el Servicio de Urgencias.

No comparto lo que se dice sobre el confinamiento. He aprovechado el escaso tiempo que tenía para leer y hay muchas publicaciones donde se explica que la verdadera prevención es el uso de mascarillas y el lavado de manos.

El confinamiento estuvo bien los primeros 15 días, si el Gobierno hubiera aprovechado ese tiempo para hacer acopio de material de protección, que debería dar y no hacer que la gente se lo compre, entre otras razones porque ya lo hemos pagado con nuestros impuestos. Como internista con un máster en infecciosas, pienso que a los pacientes VIH se les da la medicación antirretroviral de forma gratuita por tratarse de una enfermedad infecciosa, para evitar el contagio por un tema de salud pública, y creo que lo de las mascarillas es lo mismo. Lo veo injusto. El Gobierno obró de forma negligente y sigue haciéndolo.

Ahora nos enfrentamos a otros problemas, además del coronavirus, ya que el confinamiento prolongado está provocando enfermedades mentales, como ansiedad y depresión, hasta el punto de que ha aumentado el número de consultas al Servicio de urgencias y en especial al Servicio de Psiquiatría. Por otro lado, hay un aumento de enfermedades cardiovasculares y pérdida del tono muscular en nuestros mayores y no tan mayores.

El reto está en convencer a la población de que debe ponerse la mascarilla y evitar aglomeraciones, si eso se cumple el confinamiento sobra. Es más, el confinamiento es contraproducente, baja nuestras defensas por lo ya apuntado.

Los médicos llevamos trabajando desde el principio sin guardar "confinamiento" y si nos hemos contagiado en número tan elevado ha sido por culpa de la falta de medidas de protección y de información, que nos fue llegando de forma muy sesgada inicialmente y a goteo posteriormente, aún cuando el Gobierno ya disponía de información aportada por la OMS.

* Leticia Moreno es médica y vive en Barcelona.

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