Qué es de la vida de Hernán Panero, el “1” que a los 44 sigue recibiendo ofertas
El arquero que fue campeón con Juniors, Escuela Presidente Roca y Talleres se retiró hace dos años. Desechó una oferta para volver a atajar en Río Primero. Hoy vive en La Calera, tiene un taxi y es DT en inferiores.
by Agustín CaretóPocos futbolistas tuvieron a lo largo de su carrera un recorrido tan amplio por los clubes cordobeses como el arquero Hernán Panero.
Si bien fue un símbolo para Juniors, equipo con el que ascendió a la B Nacional en 2000, también pasó por Racing, Unión San Vicente, Escuela Presidente Roca y Talleres, donde formó parte del plantel campeón de la Conmebol en 1999.
¿Qué fue de su vida? Él mismo lo cuenta: “Ahora tengo 44 años, jugué hasta 2018 en Manuel Belgrano de Río Primero, un club muy familiar que me trató muy bien desde el primer día en que llegué allá por 2014. Es como si hubiese estado desde siempre ahí. El año pasado empecé a dirigir en sus divisiones inferiores. Querían que atajara también, pero por falta de tiempo no seguí jugando e inclusive éste año también me lo pidieron pero no podía, me hubiese gustado porque físicamente me sentía muy bien pero debido a otras responsabilidades dije que no. Vivo en La Calera, tengo un taxi en Córdoba y estoy detrás de un emprendimiento que no tiene que ver con el fútbol”.
De arranque, la charla lo lleva a sus días en Juniors, club al que llegó a los 14 años de la mano del profesor Antonio Rojas. “En el ´95 Juan Manuel Ramos me subió a Primera. Y en el ´98 me compró un empresario junto con mi padre y me llevaron a Godoy Cruz de Mendoza. Volví al club en el 2000 y después también para la temporada 2005-06. Viví muchos momentos hermosos, me tocó también estar en el banco de suplentes en la reválida con Racing (tenía 16 años), salir campeón dos veces de la Liga, el título en el Argentino A y muchos momentos más”.
Panero le tapa un remate a Sarría jugando para Godoy Cruz ante Instituto (Foto: Archivo / La Voz).
Panero dejó una huella difícil de borrar y que solo se vio empañada por el triste descenso ante Alumni de Villa María en 2006: “Fue lo más feo que me pasó en Juniors, pero estaba todo dado para que eso sucediera. No vamos a entrar en detalles...todos fuimos culpables de eso y no solamente los jugadores. Fue un dolor muy grande pero estoy con la conciencia tranquila de que todo el plantel y el cuerpo técnico hicimos hasta lo imposible para evitarlo”.
Pero no todo tiene que ver con “el Albo” en la carrera de Hernán. El propio arquero remarca que sus pasos por Talleres, Racing, Unión San Vicente y Escuela presidente Roca fueron muy lindos.
“En Escuela estuve seis meses y salimos campeones, siempre agradecido con esta institución y con Pablo Brandán, que fue mi DT ahí. Eso me permitió volver a Juniors, fue un semestre bárbaro”, contó Panero.
Sin embargo, su lugar en el fútbol lo encontró muy lejos de nuestra Córdoba. Si bien consiguió en 2013 el ascenso al Federal A con Chaco For Ever, fue en otro sitio del norte del país en donde más cómodo se sintió. “Soy un exfutbolista que anduvo por muchos lugares y siempre me trataron muy bien. Pero en el lugar que mejor me sentí fue en Sportivo Patria de Formosa. Me quedé cinco años ahí, me hicieron sentir uno más y lo destaco porque no es fácil lograr eso”, concluyó Panero.
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