https://www.lainformacion.com/files/article_default_content/uploads/2017/09/20/59c24a05f345a.jpeg
Solo enviar una imagen de contenido sexual sin permiso ya es un delito. / EP
La gravedad legal si se comparte

'Sexting' a los 14 años: alertan de que las víctimas cada vez tienen menos edad

by

La policía identificó esta semana a una menor autora de compartir fotos comprometidas de un chico de 13 años. No es común, pero tampoco el primer caso

La práctica de enviar imágenes con contenido sexual o erótico por medios electrónicos, principalmente a través del teléfono móvil, a un conocido y que acabe en manos de todo el mundo no es solo cosa de mayores.  El 'sexting' es el envío voluntario de una foto de contenido sexual y no es delito (aunque pueda ser una práctica de riesgo). Lo que es delito es reenviarla sin consentimiento. La pasada semana la Policía Nacional anunciaba la identificación de una joven de 14 años como autora de un delito de 'sexting' sobre otro menor de 13 precisamente por ello. Según este joven, seis meses después de mantener una relación de amistad a través de Instagram y enviarse fotografías de carácter íntimo conoció que no se estaban quedando en el ámbito de lo privado entre los dos, sino que dichas imágenes estaban ya en el móvil de otros amigos. Estamos ante un caso que fuentes de la investigación de la Policía Nacional aseguran "no ser lo más habitual", pero en el que cada vez se encuentran víctimas y autores del delito más jóvenes que desconocen las consecuencias legales.

Desde el momento que enviamos una imagen a otra persona perdemos todo el control que podamos tener sobre ella. Y no solo por lo que pueda hacer con ella ese destinatario, que puede simplemente almacenarla sin ninguna otra intención pero  ¿y si se le roban el teléfono? ¿y si le hackean el terminal? ¿y si deja de ser nuestro amigo y decide compartirla? Son algunos de los supuestos que los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional exponen a los menores en las aulas dentro del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos que cada año se imparten en centros hasta segundo de Bachillerato.

Algunas de las charlas empiezan con un vídeo en el que se ve a una joven que acaba de mandar una foto de contenido comprometido y antes de que el profesor acabe de pasar lista en el aula, ya la tienen el resto de compañeros. "Una vez compartes una imagen o vídeo eso es imparable", recalcan. 

Estas charlas tratan temas como los delitos telemáticos y su extensión a las redes sociales, entre otros. El 'sexting' es uno de ellos. Tanto los agentes como los expertos coinciden en asegurar que los jóvenes tienen que tener muy claro que con solo reenviar una imagen o vídeo que les llegue de una foto íntima ya se está cometiendo un delito. "Creen que todo vale y que si alguien te la envía ya puedes hacer con ella lo que quieras", pero es todo lo contrario. Ahí es cuando empieza la responsabilidad personal en la situación. Porque para poder difundirla tenemos que tener el consentimiento de la persona protagonista y "si además es menor se necesita el consentimiento paterno". Además, con la ley en la mano, su simple tenencia se puede considerar pornografía infantil si la víctima es un menor. 

Lo primero que tenemos que hacer si nos llega un contenido así es "borrarlo para cortar su difusión". En esas charlas el principal mensaje con el que deben salir los alumnos es el de las graves consecuencias que acarrea ser partícipe de la difusión. "Hemos tenido casos de personas que han tenido que irse del instituto porque su vídeo lo tiene todo el mundo". Y cuando hablamos de pueblos pequeños su difusión se extiende a cada uno de sus terminales. ¿Cómo se puede enfrentar un menor a una situación así? A veces, el ciberacoso o sextorsión empiezan en cuanto se rompe el acuerdo de no difundir las imágenes sexuales que se comparten voluntariamente, y se usan para amenazar o coaccionar a la víctima.

Carlos Martín, inspector jefe de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer perteneciente a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Policía Nacional de La Rioja recuerda que los 14 años es la edad límite para que a una persona le sea imputable un delito. Pocos piensan en que al reenviar una imagen de contenido íntimo ya lo están haciendo. Y Martín insiste en el especial cuidado que hay que tener tanto en la foto que se envía como a quién. "Si es una persona desconocida puede causar un daño irreparable porque también se puede manipular". Y de poco sirve utilizar las apps en las que el mensaje desaparece en pocos segundos porque "¿quien te dice a ti que a la persona a la que se la estás enviando no está haciendo un pantallazo o haciendo fotos de la pantalla con otro móvil?". Es una de la advertencias del profesor de Derecho de la UOC Marc Balcells.

Ante este tipo de situaciones la Policía Nacional aconseja a los internautas menores que acudan a sus padres y educadores o bien a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En este caso la víctima se ha enfrentado a ver su imagen en el móvil de más personas, pero en otras ocasiones  Balcells habla de escenarios en los que se pueden producir  chantajes o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying). Los menores cada vez se acercan antes a Internet y son objetivos de muchos ciberdelincuentes que lo que buscan es ganarse su confianza bajo perfiles falsos para lograr que les manden una imagen o un vídeo erótico con los que chantajearles a cambio de dinero o de que les sigan dando más material que luego distribuirán en redes pedófilas. Si el menor no se lo cuenta a nadie acaba acorralado entre la idea de que sus vídeos se hagan públicos o conseguir dinero o continuar con ello a cambio del silencio. 

Cuando al final los padres conocen tal situación ni se imaginan lo que sucedía en la habitación de su hijo una vez cerraba la puerta. Para evitar situaciones así es importante que los padres creen un clima de confianza con los hijos menores para tratar estos temas e informarles de los riesgos y de las consecuencias que entraña facilitar datos personales o enviar fotografías y vídeos comprometidos a otras personas, incluso aunque sean sus amigos. Y la Policía insiste: la prevención es esencial. "Si su hijo le informa de contenidos que le han hecho sentir incómodos (de tipo sexual) dele la importancia que realmente tiene y denúncielo".