Los cárteles mexicanos llenan Holanda de laboratorios de metanfetamina
A las autoridades ya les quitó el sueño la actual guerra contra y entre los narcotraficantes holandeses, marroquíes y antillanos
by EFE Los cárteles mexicanos se mueven cada vez más por los Países Bajos para producir metanfetamina, aprovechando la facilidad de introducir las materias primas a través de los puertos holandeses, lo que ha aumentado el número de laboratorios clandestinos para inquietud de la Policía.
A las autoridades ya les quitó el sueño la actual guerra contra y entre los narcotraficantes holandeses, marroquíes y antillanos que estalló en 2012, después de que desapareciera un cargamento de 200 kilos de cocaína del puerto de Amberes, en Bélgica, un conflicto sangriento que se cobró en Ámsterdam decenas de vidas durante la última década.
Pero el desmantelamiento de cada vez más laboratorios de producción de metanfetamina en Holanda, gestionados por cárteles mexicanos que aprovechan las materias primas que entran por los puertos, supone la apertura de un nuevo frente, que se temen será tan violento como ya es la guerra contra las mafias de la cocaína y marihuana en Países Bajos.
El diario holandés De Telegraaf ha calificado este país como la "Valhalla" -el paraíso en la mitología nórdica- de los cárteles de la droga, después de que Andy Kraag, jefe de la División Nacional de Investigación Criminal, le asegurara que los "narcotraficantes holandeses trabajan con los mexicanos para adquirir experiencia y reemplazar éxtasis por metanfetamina en los laboratorios".
Las detenciones llevan sucediéndose desde hace varios meses, aunque inicialmente la Policía creía que era una amenaza puntual; pero el descubrimiento de cada vez más laboratorios clandestinos lleva esa situación a otro nivel y les indica que los cárteles han descubierto en Holanda un puerto de tránsito conveniente para instalar la producción de todo tipo de drogas.
A principios de mayo fueron arrestados tres ciudadanos de México, Colombia y Estados Unidos en la población de Achter-Drempt, tras una redada en un laboratorio de la provincia de Güeldres, donde los narcotraficantes habían manipulado y almacenado en un cobertizo una cantidad de droga valorada en al menos 10 millones de euros.